Capitulo 29

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Escenas del capítulo anterior 

-¿Una carta de recomendación para mi propia mujer? ¿Cuánta credibilidad crees que le prestarán a eso? 

-Tienes razón. Será mejor que use mi nombre de soltera.

Él frunció el ceño.

-Debería haberlo esperado, por supuesto. De acuerdo, te daré esa carta. ¡Y maldita sea!

CAPÍTULO 29

Con la recomendación de Kendall, _____ no tuvo problemas para que la aceptaran en la universidad. Empezó a pasar los días de la semana estudiando y volvía durante los fines de semana. Kathy contempló el acuerdo con las cejas arqueadas, pero contuvo la lengua y Emma, para su sorpresa, apenas dijo nada. Estaba feliz con su nueva vida llena de nuevos intereses y los días de semana recibía a _____ con gran alegría.

Normalmente, _____ conducía de vuelta el domingo por la noche, pero uno de ellos se quedó hasta el lunes por la mañana y todavía seguía allí cuando Kendall se fue al trabajo. Cuando éste volvió por la tarde, encontró a Emma y a Kathy jugando a las cartas.

-¿Se levantó _____ bien esta mañana? -preguntó gruñón, desplomándose en una silla con alivio.

-La llevé yo a la estación -le informó Kathy.

Hubo un silencio durante el que Kendall se dio cuenta de que su madre y Emma estaban intercambiando miradas.

-¿Qué pasa? -preguntó.

-Creemos que ya es hora de que nos cuentes lo que está pasando.

-¿Y por qué debía estar pasando algo? -preguntó él. 

-Porque mami dijo que no volvería el próximo fin de semana -contestó Emma.

-Está muy ocupada con su curso -replicó Kendall con debilidad.

-¿Eso es todo? -preguntó Kathy.

Él le dirigió una mirada que decía: «delante de Emma no», pero su madre no pareció notarla.

-Están haciendo una montaña de un grano de arena, las dos.

-¿Y por qué está mami tan infeliz? -preguntó Emma. 

-Sinceramente, cariño, eso son imaginaciones tuyas... 

-No, no lo son. Es infeliz -Emma fijó la vista en su padre con expresión acusadora-. Tú no te has dado cuenta, ¿verdad?

-¿Y cómo iba a dármela? Supongo que las dos creen que es culpa mía.

-Probablemente lo sea -comentó Kathy.

-Esto es ridículo -dijo él, acosado-. No hacía falta. Le dije que estaba siendo ridícula.

Emma y Kathy hablaron con tono de indignación. 

-¿Que tú le dijiste eso?

-Hay cosas que... _____ y yo... -miró a Emma con impotencia-. Las cosas eran diferentes cuando tú estabas enferma. Entonces la necesitabas.

Podrían ser imaginaciones suyas, pero le pareció que su hija lo miraba con lástima.

-Pero, ¿qué pasa contigo? -preguntó ella-. ¿Tú no necesitas a mami?

Él la miró anonadado. Después de un momento se recuperó.

-Cariño, hay muchas cosas que no entiendes...

-No trates a la niña como si fuera tonta -le amenazó Kathy-. A mí me parece que no es Emma la que no entiende.

En el silencio que siguió, Kendall creyó que el aire le pitaba alrededor de los oídos. Tenía la sensación de que la tierra se había desplazado de su eje y todo se había transformado por completo.

-Creo que cuanto antes recuperes a _____, mejor -siguió Kathy como si nada hubiera ocurrido-. Entonces, quizá dejes de actuar como un oso con la cabeza rota.

Emma lo estaba mirando de nuevo y algo le advirtió que sería mejor que midiera sus palabras.

-¿Es así como me he estado comportando?

La niña asintió.

-Horrible. Sobre todo, cuando suena el teléfono y no es ella.

-Mira, cariño, será mejor que nos enfrentemos a los hechos. El motivo por el que _____ se ha ido fuera es porque... -era extraño lo difícil que le resultaba encontrar las palabras-. Supongo que no me quiere. Te quiere a ti, pero no a mí.

Emma frunció el ceño. 

-Pero si ella sí te quiere. 

-No, no me quiere. 

-Sí.

-No.

-¡Sí!

Kendall se contuvo a tiempo de negarlo de nuevo y se preguntó dónde habría empezado todo aquello.

Kathy murmuró:

-¡Que dios me dé paciencia!

-Sinceramente, papá -dijo Emma, mirándolo con exasperación.

Kendall miró a Emma y después a Kathy. Siempre había sabido que Emma era una mezcla de Helen y de sí mismo. No se le había ocurrido que también era muy parecida a su abuela.

-Estás completamente equivocada. _____ no me quiere.

-Ella me ha dicho que sí -anunció Emma.

-Eso es imposi... ¿Cuándo?

-Hace unas semanas. Se lo pregunté y me dijo que te quería mucho -anunció Emma con aire triunfal.

Kendall sintió una oleada de ansiedad y esbozó una sonrisa forzada.

-Por supuesto que sí, cariño. Supongo que tendríais una charla adorable.

Con sentido de incredulidad, Emma lo miró indignada. 

-Bueno, pues ahora ya lo sabes -intervino su madre. 

Kendall se levantó con el ceño fruncido.

-Creo que las dos perdieron el sentido. Esto es la realidad, no un cuento de hadas y la realidad es que _____ estaba aquí por el bien de Emma, no por el mío. Tú estabas enferma, cariño, pero ahora no y _____ quiere volver a su vida de siempre.

-Bueno, pues eso es culpa tuya -dijo su madre.

-¡Maldita sea! -gritó antes de salir por la puerta.

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Hola, hola bueno ya se va a acabar esta hermosa novela  en dos capítulos mas daremos x concluida la novela

Mi Mejor NOCHE DE BODAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora