Time.

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       Sabía perfectamente el día, la hora y lugar al que ella llegaría. Habíamos hablado de esto por meses. De su regreso.

No me sentía nervioso, tenía muchísimas ganas de volver a verla, de admirar el brillo en sus ojos, su sonrisa genuina, de escuchar su voz de niña, verla desordenar su cabello y sentirla cerca, otra vez. Tenía ganas de abrazarla fuerte, sentirla entre mis brazos y por sobre la ropa tener una vez más el privilegio de percibir el latido de su corazón contra en mío.

Ya pasaron dos años desde aquella vez en que tuvimos que decir adiós. Natalie debió irse a California para terminar de estudiar medicina, ella soñaba con ser una gran doctora, mientras yo sólo quería enfermar para que ella cuidara de mi.

La conocí en la universidad en primer año, yo iba por Prevención de Riesgos y ella, pues ya saben. Teníamos amigos en común. Salimos un par de veces en grupo y nos fuimos conociendo hasta ser sólo amigos. Pero la manera en que miraba, su sonrisa, la sencillez de su persona o simplemente su personalidad fue la que me hizo cambiar de parecer y al año de conocernos, me atreví a besarla.

Aún recuerdo ese día, almorzaríamos juntos en el break de dos horas antes de volver a clases, nos fuimos a una plaza a comer sándwiches y jugo, nada muy formal porque no era planeado, sólo pasó y ha sido lo mejor que pudo pasarme en lo que llevo de vida.

No fuimos novios, sólo seguimos con la idea de "seguir conociéndonos" hasta el tiempo en que ella me dijo que había pedido un traslado a la universidad de California. No quería entender el por qué de su viaje, ella me explicó que era por la calidad de la enseñanza. No tenía derecho a reclamar, no debía.

" - ¿Cuando volverás? -quería sonar desinteresado pero era un mal actor y la voz me temblaba. 

- Dos años a lo menos -empezó- si todo sale bien y no repruebo ningún ramo, claro. 

- Ummm... -asentí sin querer mirarla. 

- Espérame, Louis -sentí sus manos en mi cara y sus ojos se fijaron en los míos- ¿lo harás? 

- Dos años -le recordé- lo haré."

.

Cuando estuve por llegar al aeropuerto un impulso me hizo correr, y sabía que aún era temprano. Me acerqué a la salida internacional y ahí me quedé apoyado en un gran pilar frente a las puertas que dentro de minutos me la traería de vuelta.

" - Hasta que contestas el teléfono -le reclamé cuando escuché su voz del otro lado de la línea- Nat ¿cómo estas? 

- ¡Lou! -dijo mi nombre riendo- muy bien y ¿tu? No tenía el celular a mano, por eso no atendí. 

- Sólo bromeaba, bonita ¿como va todo? ¿Ya me cambiaste? 

- Claro -volvió a reír, si la tuviera en frente podría saber si era una respuesta afirmativa o sólo irónica- este semestre ha sido excelente así que he podido salir a divertirme con mis compañeros. 

- Genial -me alegré por ella- entonces... 

- Nos vemos a fin de mes -confirmó rápidamente. Escuché unas voces a lo lejos, debían ser sus compañeros llamándola- Louis, tengo que irme. Te quiero y nos vemos, diviértete también. 

- Claro -respondí con el mismo tono que ella había utilizado- te quiero, Nat. Adiós"

En la pantalla de los vuelos arribados sólo estaban confirmados los de Sudamérica y uno de Asia, hasta el momento. Con el pasar de los segundos empezaban a sudarme las manos y temblar todo el cuerpo, sentía que al verla sufriría de un ataque al corazón o histeria ¿por qué demora tanto?

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