Travis Kelce.

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El día de hoy llegue temprano a casa hoy, Travis se quedó en casa con Horchato y Horchatin, si así se llama el amigo que adoptamos para Horchato, desde que lo trajimos a casa, hay mucho más ruido de lo normal, como si no fuera suficiente con el ruido que hace Travis. Deje mis llaves junto a la mesa que está al lado de la puerta, lo primero que vi al entrar fue a Travis junto con los perros llenos de lo que me imagino es harina. Él sonrió al igual que los perros.

- Que hiciste!- grite asustandolos.

- Fue culpa de ellos- culpó a los animales.

- Ellos no pudieron hacer eso!- le reclame señalando el lugar.

- Claro que si- se defendió.

- No Kelce, no pueden- le regañe con mirada asesina.

- Angy si, si pueden- contradijo riendo.

- Como?- pregunté alterada- ¿Cómo lo hicieron?-

- Bueno....- se rasco la nuca- es que estaba abriendo la harina y de la nada empezaron a ladrar, lo que me asusto y los llene, y me llene- sonrió nervioso.

- Si y yo nací ayer- contesté con ironía.

- Hay perdón Angy- alargó la "y"- lo voy a limpiar-

- Por supuesto que lo vas a limpiar- bufe- y también los vas a bañar, a los dos, no se como, pero lo harás!- afirme y me fui a sentar al sofá.

- Ya ven lo que me hicieron hacer- escuche como regañaba a los caninos.

Reí mentalmente al imaginar, lo que había pasado, en todo caso si lo que había dicho era cierto. La poca tarde que quedaba había terminado, ya era la hora de la cena y Travis se había pulido al cocinarla para disque " enmendar su error" y la de los perros.

- Ya no estás enojada cielo?- pregunto curioso.

- No Kelce, ya no- le sonreí.

- No es cierto, cuando dices mi apellido estas enojada- cuanta razón tenía.

- Ya se me paso Travis- suspire.

- Bien- dijo no muy convencido- TE AMO- grito de repente y sonreí- no me importa cuanto te enojes, como estarías sin mi y mis travesuras- se quedó riendo.

- Que sería de mi, si no hicieras esas cosas- reí- también te amo Kelce- le sonreí tiernamente.

- Eso quería escuchar- se acercó a mi y dejo un suave beso en mis labios.

Lavamos los platos juntos y luego nos dirigimos a la habitación, Travis se estaba duchando mientras yo leía un libro, y en cuestión de minutos todo estaba en negro, sentí como aquello que tenía encima estaba húmedo y era una toalla, me la quite y vi a Travis desnudo, sonreí al verlo tan ardiente. Pase mi lengua lentamente por mis labios, acción que él noto y se abalanzó encima mío.

Ya se deberían imaginar el resto, las mujeres somos perversas de la mente. Pecamos con sólo imaginar lo que pasó o queremos que pase, si pecamos así, vale la pena quemarse en el infierno.

A la mañana siguiente me levanté temprano para hacer todo en casa antes de irme al trabajo. Le comenté a kelce sobre su foto de suéter rosa.

- Que te lo comieron los perros?- rei a lo que el respondió.

- Ya vete al maldito trabajo- me paso mi cartera, junto con la lleves y me sacó de casa. Sólo espero ver limpio cuando regresé.

One shots NFL (Quaterback's y más) Where stories live. Discover now