CAPÍTULO 5

138 7 0
                                    

La puerta se cerró fuertemente detrás de mí, mis padres se encontraban en la sala de estar, de pie y con los brazos cruzados esperando una explicación que ni yo misma tenía, el dolor de cabeza ya había disminuido pero al pensar en lo que me esperaba no estaba del todo segura. Tal vez la única persona que sabía y me podría decir exactamente qué fue lo que pasó era Gisell pero no tenía manera de comunicarme con ella pues no recuerdo donde dejé mi bolso con mi teléfono, sólo espero y si sea ella quien lo tenga.

— ¿Y bien? —Preguntó mi madre, quien estaba vestida con la habitual bata que siempre usaba para el trabajo, por otra parte mi papá llevaba su pijama color vino. Ambos se veían cansados, lo que hizo que me sintiera mucho peor todavía, ellos nunca tuvieron que pasar por una escena como esta y en verdad lamentaba que ahora fuera la primera vez, pero ya era demasiado tarde para arrepentimientos.

—Ya llegué —Traté de fingir una sonrisa pero sabía que eso era en vano, mis padres realmente se veían molestos y seguro estarían furiosos si se llegaran a enterar donde pasé la noche.

—Correcto ¿Dónde se supone que has estado? —Mi madre como siempre fue directo al grano mirando su reloj y posteriormente a mí, haciendo que me intimidara y tuviera que encogerme de hombros tratando de inventar algo ingenioso antes de que le explote la vena.

—En casa de Gisell, no quise llamar porque era muy noche y no los quería despertar —Casi estuvieron a punto de creerme pero mi padre captó que  algo no encajaba y frunciendo el ceño ligeramente enfocó toda su atención exactamente en mí, como si fuera algún laberinto por resolver.

—Entonces se puede saber ¿Por qué tu amiga nos llamó a las cinco de la mañana preguntándonos si ya habías llegado a casa? —Ella ni siquiera sabía dónde estaba metida y lo mejor es que no lo sepa. Necesitaba llamarla y contarle todo lo que había pasado, pero no estaba de la mejor disposición para contestar mil y un preguntas, lo único que deseaba era subir a mi habitación para poder dormir tranquilamente sin ninguna interrupción.

—Por qué pensó que ya me había ido con Alexander pero él se fue sin mí así que me quedé en su casa, se nos olvidó por completo avisar, lo siento —Recordé que les había dicho que la fiesta era en casa de Gisell porque de ninguna otra manera me habrían dejado ir a la casa de un completo extraño, en cuanto a Alexander aún seguía molesta con él, apuesto que su noche no estuvo tan aburrida en brazos de Nancy o tal vez en sus piernas.

—Aun así estuviste hasta muy tarde y podrías haber llamado en la mañana, son las dos de la tarde Isabella te podría haber pasado cualquier cosa, tu padre y yo estuvimos a punto de llamar a la policía no tienes ni idea del rato que nos has hecho pasar —En eso estaba de acuerdo con ellos, fue muy arriesgado y ¡Las dos de la tarde! por Dios necesitaba ponerme al corriente de todo, a pesar de que moría de hambre y de sueño ninguna de mis necesidades podría ser zaceada hasta que estuviera completamente segura de que no cometí alguna otra locura en mi pequeño lapso de adormecimiento alcohólico.

—De verdad lo siento, no volverá a suceder —Estaba arrepentida y cien por ciento segura que algo como esto no volvería a suceder, teniendo como experiencia que caí en la cama incorrecta y de no ser por la suerte con la que contaba ese día por poco y pierdo mi virginidad solamente por despecho. Totalmente patético de mi parte.

—Tienes razón, no volverá a suceder, no hay salidas hasta nuevo aviso y en cuanto a tu teléfono tampoco está permitido por no usarlo en casos de emergencia como este. Así que espero y hayas aprendió la lección Isabella —Esta vez fue mi padre quien habló indignado y totalmente en serio, sabía que me lo merecía, sin celular, sin amigos y lo peor es que estaba consciente de que mi nuevo vecino me traería nada más sino problemas. Como si mi vida no fuera tan complicada.

COMPLICATED LOVE ®Where stories live. Discover now