Estupendo (pensé), arrugué el papel, lo lancé contra la pared y este cayó al suelo. Yo solo quería olvidarme de James y el destino se empeñaba en lo contrario. Pensar en que tenía que volver a verle me ponía nerviosa era obvio que nos sentíamos atraídos el uno por el otro y no tenía ánimos para disimular delante de Thomas, era mi prometido y le debía un respeto. Lo peor de todo es que quería verle a solas y preguntarle sobre lo sucedido anoche, mi corazón y mi mente eran un caos, mi corazón sentía una cosa y mi mente me recordaba lo que era correcto. No entendía porque me atraía de aquella forma... Qué clase de embrujo era aquel que me atormentaba desde hacía dos dias, ¿Quién era realmente James y porqué me parecía tan interesante? Estaba segura de que yo provocaba en él las mismas sensaciones, no entendía mucho sobre el amor y estaba segura de que no se trataba de eso pero si no lo era, ¿qué estaba pasando? Obtener respuestas para todas esas preguntas implicaba encontrarme con él a solas y eso era algo que me aterraba.

Me dejé caer sobre el respaldo de la silla y cerré los ojos, la cabeza seguía doliéndome y yo no hacía más que empeorarlo con todo aquello. Thomas no se merecía que tuviese esos pensamientos, él era mi prometido y pronto se convertiría en mi marido y está tontería tenía que acabarse. Si tenía la oportunidad de estar a solas con James tendría que dejar a un lado todas esas emociones y después de preguntar sobre lo sucedido darle a entender que no podíamos vernos nunca más.

Mientras permanecía con los ojos cerrados el olor de la melisa llegó hasta mi nariz, Doris entró de nuevo al salón y depositó la infusión sobre la mesa.

—Aquí tiene señorita, tómesela ahora que está caliente —me sugirió con una sonrisa.

—Gracias —respondí. Inspiré profundamente, el olor de la infusión era realmente reconfortante—. Por cierto Doris mi padre decía en la nota que James será nuestro invitado está noche y que deben poner un cubierto más en la mesa.

—No se preocupe, informaré a la cocinera. Tómese la infusión verá que bien le sienta, si necesita algo llámeme —Doris se marchó.

Cogí la taza entre mis manos y dejé que me calentase, después me bebí la infusión a pequeños sorbos. Al momento me sentí mejor y decidí salir al Jardín, más tarde me daría un baño, que no quisiese entablar ninguna clase de relación con James no significaba que no pudiese estar hermosa para mi prometido y porque no hacérselo pasar un poco mal, bastante mal lo estaba pasando yo con mis dilemas mentales que hasta dolores de cabeza me habían provocado.

Como era habitual a diario agarré el periódico y me lo llevé fuera dispuesta a leer las noticias del día, lo fui ojeando mientras paseaba y como venía siendo normal en el último mes un nuevo asesinato había tenido lugar la noche anterior... El cadáver fue hallado cerca de Leicester Square, desangrado al igual que los otros pero esta vez la víctima era un hombre y no una mujer como venía siendo usual, seguían sin tener pistas y la policía seguía buscando culpables. Las personas asesinadas eran gente pudiente pero estas no eran despojadas ni de sus joyas ni de su dinero por lo que descartaban que fuese algún ladrón, el insólito echo de que todas muriesen desangradas hacía pensar que se tratase de algún loco perpetrando alguna clase de ritual.

Cada vez se volvía más escalofriante todo aquello y nadie se sentía seguro en las calles de Londres por la noche, ya no solo las mujeres debían ir con cuidado ahora los hombres también debían vigilar sus espaldas. Dejé el periódico sobre un banco y recogí unos cuantos ciclámenes del jardín, los usaría para decorar la mesa esta noche.

No tardé mucho en volver a casa hacía un poco de viento y el pelo se movía sin control tapándome la cara, tenerlo tan largo y abundante era realmente molesto en según qué ocasiones. Entré en casa y miré la hora, era casi medio día, debía ser bastante tarde cuando bajé. Aún con el extraño suceso de las velas rondando mi cabeza me adentré en la sala ahora que era de día quería comprobar por mí misma que todo estaba cerrado y era imposible que un golpe de aire las hubiese apagado, Leo ya lo había revisado todo pero necesitaba corroborarlo.

Macabra Tentación - 1.El Vínculo (¡¡subida de nuevo!! A la venta en Amazon)Where stories live. Discover now