• Only part •

3.7K 332 38
                                    

Hwang Hyunjin y Lee Minho, una adorable pareja ante los ojos de cualquiera, llevan un año de relación y es bastante dulce. Hyunjin tiene 17 años y Minho 21, La diferencia de altura entre los chicos es adorable, Hyunjin, que mide 1,60  y Minho que mide 1,75.

☆゚・*:.˛ ˚ღღ゚:゚:*•:。.: ★ ˛ღღ゚・*:。.・*.☆

Ambos chicos se encontraban en el despacho de el mayor, El ruido de las teclas del computador del mayor resonaban en aquella oficina, El menor se encontraba en una silla de el otro lado del escritorio, jugando con las mangas de su suéter, que era algo grande, cubría sus muslos y era de color celeste pastel, balanceaba sus piecitos con un puchero, levantó su vista hacia el mayor y decidió hablar.

— ¿P-papi?  —Dijo el menor en un suave tono.

— ¿Que sucede, Jinnie bebé?  —Preguntó el castaño, levantando su vista hacia el pelinegro.

— Tengo un poco de hambre...  —Dijo sobando su pancita y un puchero se formó en sus labios, siendo un gesto totalmente adorable ante la vista del mayor.

— Oh, vamos a comprarte algo para comer, ¿Te parece, pequeño?  —Dijo el mayor, a lo que el pequeño solo asintió con una sonrisa emocionada, el más alto quitó sus lentes para dejarlos en el escritorio y se levantó, tomó la mano del pelinegro y dejó un dulce beso en sus labios, el más bajo reaccionando con sus mejillas coloradas.

Ambos salieron de su despacho y el mayor guió al pequeño a una pequeña tienda de comida que tenía el edificio.

— ¿Que quieres, cielo?  —Preguntó el alto con una sonrisa, acariciando las mejillas de su novio aún algo ruborizadas.

— Hmm, ¡Galletitas!  —Exclamó señalando un paquete de galletas con chispas de chocolate, el mayor pagó por estas, pidió un café para él y regresaron a su despacho, el mayor volvió a su lugar al igual que el pequeño, el más alto abrió el paquete de galletitas para dárselas a su novio, se colocó sus lentes y le dió un sorbo a su café, volviendo a su trabajo.

— Cuidado con mancharte, ¿Si, bebé?  —Dijo el mayor y siguió tecleando en la computadora, su rostro se veía exhausto.

— Claro, Papi  —Dijo relamiendo sus labios y empezó a comer sus galletitas, se puso a admirar el cuerpo del chico, sus venas estaban un poco marcadas y se notaban bastante debido a su pálida piel, sus brazos estaban marcados debido a su rudo ejercicio y se veía tranquilo. Recorrió su cuerpo con la mirada hasta llegar a su rostro, admirando sus gatunos ojos, su perfecta nariz y sus labios, formó un suave puchero al verlo, se notaba cansado.

— Papi, te ves muy cansado, ¿Porque no nos vamos a casa?  —Dijo en un tono de voz suave y siguió comiendo sus galletitas, aún mirando al mayor.

— Claro bebé, ya termino y nos vamos.  —Dijo con una sonrisa para tranquilizarlo y acarició los cabellos de su pequeño, unos minutos después terminó y apagó su computador, tomó sus cosas y tomó la mano de su novio, salieron de el edificio y subieron al auto del mayor, este procuró que su pequeño acomodara bien su cinturón y finalmente empezó a conducir hacia su casa.

— Bebé, ¿Quieres darte un baño con papi?  —Preguntó el castaño, a lo que el pelinegro solo asintió con las mejillas algo coloradas, el mayor miró de reojo a su novio y sonrió ladino al notar lo que provocó en su pequeño, pues hacerlo sonrojar era tarea fácil para él.

Un rato después llegaron a casa de ambos, bajaron del auto y entraron a la casa, dejaron sus cosas y subieron hacia el cuarto, el mayor fué hacia el baño del cuarto para preparar la tina, empezó a llenarla con agua tibia y colocó un líquido para que se produciera espuma.

El menor se encontraba quitando sus prendas de ropa, la remera que llevaba bajo su suéter era blanca y algo transparente, por lo que remarcaba su frágil y pequeño cuerpo. El mayor salió del baño y sonrió ante la imagen de su pequeño, en silencio se acercó a su novio y rodeó su cintura, dejó suaves besos en el cuello del pelinegro y sonrió de lado, pues sabía que esa zona era muy sensible.

— Mh.. P-papi...  —Jadeó el menor y cerró sus ojitos, sus mejillas empezando a colorarse.

— ¿Si, bebé?  —Susurró el castaño de forma algo ronca contra su cuello, siguió acariciando las anchas caderas del menor y continuó con los suaves besos.

— D-debemos ir a darnos el baño  —Susurró entre pequeños jadeos, el mayor se separó de su novio y empezó a quitar sus propias prendas de ropa hasta quedar desnudo, el menor hizo lo mismo y miró al más alto con las mejillas rojas, sonriéndole con dulzura. Finalmente caminaron hacia el baño, el mayor colocó una bomba de baño con aroma a rosas, y entraron a la tina, empezaron a bañarse y el mayor ayudaba a su menor a limpiarse, el pelinegro se mantenía sonriendo, con las mejillas coloradas y soltaba suaves risitas por las cosquillas que le hacía el castaño de vez en cuando, al igual que los besos y caricias que recibía.

🌙

Ambos salieron un rato después, el castaño colocó una toalla en su cintura y otra en sus hombros, tomó una toalla rosada que tenía una capucha con orejitas de conejo y envolvió al menor con esta, lo cargó y salieron del baño hasta que lo sentó en la cama, el mayor dejaba suaves besos en las mejillas sonrosadas de su pequeño, del cual sólo recibía risitas.

— ¿Que quieres ponerte, bebé?  —Preguntó, secando los cabellos de su pareja con una sonrisa.

— Hmm... Una camiseta tuya y unos pantalones calentitos. —Dijo con ojitos de cachorro y el mayor asintió, besando sus labios antes de caminar hacia el armario para sacar unos bóxers y lo que el menor le pidió, dejó la ropa en la cama y se puso su ropa interior, una camiseta y unos pantalones, ayudó a su pequeño a cambiarse y finalmente se acomodaron en la cama.

Colocaron una película; romántica pues el pequeño había optado por esa y el mayor no se quejó en lo absoluto, estuvieron el resto de la tarde regalándose mimos y caricias de forma mutua, demostrándose todo el cariño que se tenían, porque el amor de esos chicos era tan puro y tan sincero...







═════ ❀∘❀∘❀∘═════

𝒑 𝒂 𝒑 𝒊 ;⌠ღ⌡𝑴 𝒊 𝒏 𝒋 𝒊 𝒏

═════ ❀∘❀∘❀∘═════

papi ;⌠ღ⌡ minjinWhere stories live. Discover now