❝ My Strawberry Princess ❞ || MiChaeng

→ Beautiful Mind

— Dime. — contestó la nipona. Se encontraban recostadas en la cama de la mayor. Solían pasar la tarde en casa de Mina, cada que los señores Myoui preguntaran quién era Chaeyoung, la nipona les respondía diciendo... "Es mi mejor amiga"

— ¿Cual es tu sueño más profundo? — Preguntó.

Mina se sentó, con sus piernas cruzadas para así palmear su regazo, indicándole a Chaeyoung que recostará su cabeza en el.

La menor sin pensarlo dos veces, recostó su cabeza en el cómodo regazo de su mayor para luego recibir una gentil caricia en su cabello.

— ¿Mi sueño más profundo? ¿A qué viene esa pregunta?

— No lo sé, solo se me ocurrió. ¿No tienes uno? — Claro que Mina tenía varios sueños. Desde ser dueña de su propia empresa hasta poseer una linda casa.

Pero había uno en específico, más importante que todos los anteriores.

Vivir una eternidad junto a Son Chaeyoung.

Era lo único que quería, estaba perdidamente enamorada de ella, no le importaba si solo llevaban dos meses de relación, ella solo quería estar al lado de su amada por siempre, y para siempre.

— Claro que tengo uno. — Contestó.

— ¿Puedo saber cuál es? — Preguntó Chaeyoung elevando un poco su cabeza para conectar miradas con Mina. Por un momento sintió como los ojos de su novia la hacían ver las estrellas, se perdió tanto en ellos que todo a su alrededor dejó de importarle, solo quería ver los ojos de Mina para así perderse entre en ellos por varios minutos

— Vivir una eternidad contigo. — Susurró Mina un poco sonrojada. — ¿Y el tuyo? — preguntó llevando su mano a la mejilla de Chaeyoung.

— Que me ames para siempre. — Dijo ella, con una sonrisa mostrando aquellos tiernos hoyuelos

— Tu sueño ya es realidad, princesa. — Habló Mina besando los dulces labios de Chaeyoung. Al despegarse, ella sonrió tan radiante como siempre.

La sonrisa de Chaeyoung había vuelto, su hermosa sonrisa estaba de vuelta.

"Deja que el amor crezca, con todo el corazón, píntalo"

•••

— ¡Chaeyoung! ¿Quieres ir al cine hoy? Yo invito — Una muy alegre Mina llegaba al lado de su novia, tomándola por los hombros.

Algo que jamás se esperó fue ser empujada por su novia. Aquella acción había llegado al corazón de Mina haciéndola confundir y fruncir el ceño.

— C-Chaeyoung...— Murmuró Mina perpleja.

— Aléjate de mi, Myoui, hablo enserio — ordenó Chaeyoung de una manera fría. Mina no sabía que era lo que pasaba con ella. No estaba frente a aquella chica amante de las fresas y siempre positiva.

Estaba frente a una fase desconocida de su novia que para nada le agradaba

— Chaeyoung que-...

— ¡Aléjate Mina! ¡Aléjate de mi! — Gritó la menor llevando sus manos a su cabeza. Sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.

Cada que Mina daba un paso, Chaeyoung retrocedía.

El corazón de la nipona dolía, fue hasta que logró acorralarla contra una pared, tomándola de sus hombros que habló

— No me pidas que me ale-...

El sonido de la palma de Chaeyoung impactando contra la mejilla de la mayor resonó por todo el lugar.

Mina lentamente giró su cabeza para encontrarse con la mirada de Chaeyoung. Al cerrar sus ojos dejó caer todas las lágrimas que había reprimido.

— N-No me pidas que me aleje de ti...es simplemente imposible para mí. — Susurró bajando su mirada

— ¡D-Deja de ser así!

— Nunca me habías levantado la mano hasta ahora, Chaeyoung. ¿Que hice mal? ¿Eh? ¿Qué mierda hice mal?

Mina estaba llorando, lo hacía como si un familiar cercano hubiese muerto, como si le hubiesen dicho que había reprobado todos los cursos...como si le hubiesen arrebato lo más preciado del mundo

— M-Mina...yo...perdón — susurró Chaeyoung.

Los brazos de Mina la envolvieron en un cálido abrazo. Su cabeza reposaba en el hueco del cuello de Chaeyoung mientras sus lágrimas mojaban la piel de la coreana.

— Déjame...d-dejame amarte. Deja que el amor crezca. Déjame pintar tu corazón de rosa, hacer que vuelva a sentirse vivo. Déjame ser el latir de tu corazón...por favor Chaeyoung — Suplicó la nipona.

Fue la primera vez en que Mina había llorado de esa manera.

"Estas viva, tu mente y tu corazón son uno"

Luego de aquello. Chaeyoung se había disculpado miles de veces con la mayor, había estado llorando todo el tiempo en los brazos de Mina. Su novia, siempre estuvo ahí para ella, en ningún momento la soltó.

— Chaeyoung mírame — Ordenó Mina tomando el mentón de su menor que mantenía sus ojos cerrados.

Al no lograr que Chaeyoung abriera sus ojos, Mina solo besó sus labios de manera fugaz.

— Haz que tu mente y tu corazón sean uno. Estás viva gracias a ellos — susurró volviendo a besar los labios de la coreana.

Esas palabras eran lo más significante que tenía.

"Brillarás con tanta gracia"

Mina poco a poco logró que Chaeyoung volviera a ser aquella niña que le fascinaba el rosa, las fresas y necesitaba de su cariño

Chaeyoung estaba recuperando su brillo.

"Confia en mí y no mires a atrás, no pierdas esa sonrisa. Tienes una mente hermosa, tenemos una mente hermosa"

— Chaeyoung, pase lo que pase...seguiremos adelante. Tu solo confía en mí. — habló Mina tomando la mano de Chaeyoung, listas para entrar a la universidad.— Recuerda, tienes una mente hermosa...tenemos una mente hermosa. — Entrelazó su mano con la de la coreana para luego dejar un beso en esta.

Confiaría en Mina, no importara que.

— ¿Minari? — Llamó Chaeyoung

— Dime — Contestó la mayor.

— Tu...tu...cre-...

— Anda, dilo con confianza — alentó Mina muy sonriente.

— ¿Tu crees que la ropa tenga género en específico? Yo digo que no, cada quien elige que ponerse.

— La ropa no tiene género, amor. Eso es un buen pensamiento y sobre todo una buena opinión — Como recompensa Mina besó la mejilla de Chaeyoung.

Comenzaba a ser más expresiva con sus pensamientos.

"Tienes una mente hermosa"

Mina cerró su cuaderno no sin antes arrancar la hoja. Miró hacia arriba dejando caer sus lágrimas. Aunque su canción no estuviera terminada, sabía que era perfecta para Chaeyoung.

Habían vivido tanto en cuestión de días. A pesar de todo, Mina jamás se daría por vencida con Chaeyoung. Ella la amaba y jamás la dejaría ir mientras aquel sentimiento estuviera presente

— Tenemos una mente hermosa. — susurró para si misma, abrazando la página contra su pecho.

Su mente y su corazón son uno, por ello tienen una mente hermosa