CAPÍTULO 59: La boda del Eduardo

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Edward me miró con una ceja levantada y con con su sonrisa ladeada.

___: ¡Agh! Vale... solo un poco.
Edward: Aprovecha lo poco que te queda de verano, pronto empezarás el colegio.
___: No me lo recuerdes. Dentro de menos de dos semanas ya estaré en esa horrible cárcel.
Edward: No es para tanto. Yo me he graduado más de 50 veces.
___: Qué horrible debe de ser eso.
Edward: No del todo si te sabes ya de memoria el temario.
___: Eso lo convierte más horrible.

Dos horas después, la casa empezaba a llenarse poco a poco de gente de todas partes, los padres de la novia llegaron, incluso Seth, su madre y el padre de Jacob llegaron, menos él...
La boda se celebraba en la parte de atrás de la casa, así que decidí ir a ver a Seth para que no me aburriera tanto.

Seth: Hola ___.
___: Hola.
Seth: Sam ha dicho que después de la boda, quisiera que fuéramos a su casa para estar allí y posiblemente iremos todos a la playa.
___: Vale, luego iremos.
Seth: Jacob no va a venir, ¿no?
___: Creo que no, pero es su decisión y la respeto.
Seth: ¿Te has dado cuenta?
___: ¿De qué?
Seth: Tres rubias vampiras no dejan de mirarnos.

Seth miró disimuladamente hacia tres rubias de ojos dorados que hablaban entre ellas mientras que nos miraban, pero lo que más me inquietaba era la mirada de una de ellas, podía notar en sus ojos el odio que le tenía a Seth, pero... ¿por qué? ¿Será ella de la que me advirtió Edward? ¿Será ella Irina?
La miré no tan disimuladamente para que dejase de mirarnos y porque... no se me da bien disimular, ella dejó de mirar a Seth y centró toda su atención en mí mientras que entrecerraba sus ojos e intentaba como leer mi mente como el rarito del Eduardo.

 no se me da bien disimular, ella dejó de mirar a Seth y centró toda su atención en mí mientras que entrecerraba sus ojos e intentaba como leer mi mente como el rarito del Eduardo

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Seth: ¿Qué haces? ¡No la mires!
___: Si quiere un concurso de miradas, lo tendrá.

No aparté la vista de ella ni un momento al igual que ella a mí, entrecerré mis ojos también y hasta que Alice y Jasper no fueron a saludarlas no apartamos la vista de la una a la otra.

___: Creo que la acabo de cagar.
Seth: Sea lo que sea, intuyo que sí... acabas de cagarla.
___: ¡Mierda! Me duele los ojos de estar tanto tiempo mirándola y no pestañear.

Cuando casi estaba por empezar lo de "Os declaro marido y mujer" todos los que estábamos allí nos fuimos a sentar en los bancos que había, y Edward se posicionó en el altar que había preparado Alice, poco después se empezó a oír la música que anunciaba que la novia aparecería, y así era... Isabella iba vestida con su vestido blanco y su ramo de flores agarrada del brazo de su padre, juntos llegaron al altar donde empezaron a casarlos.
No había visto a Edward más feliz en todo lo que conozco, e Isabella... bueno... no la veía ni triste ni muy contenta, la veía neutra, pero ella es así ¿es que nadie le ha enseñado los estados de ánimo?
Al final él dijo sus votos ella los suyos, él dijo que sí, ella también, él dijo que la quería ella dijo te quiero y al final se besaron y ¡PUM! Casados. Pero... ¿dónde coño está la tarta? Me muero de hambre, ¿qué hay que hacer en esta casa para que te den de comer?
En mi búsqueda de la tarta perdida, oí una conversación de una arpía celosa, vale que no me guste Isabella pero mucho menos me gusta que alguien hable a las espaldas de Isabella y Edward.

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