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Un par de respiraciones pesadas y cansadas era el único sonido dentro del contenedor metálico, rápidamente una de ellas cerró la entrada por la que hace solo unos segundos habían ingresado, preocupados observaron la puerta esperando lo peor, no pasó mucho tiempo antes de que el sonido de sus perseguidores los rodeara, las siluetas al interior se mostraron en pánico ante este descubrimiento, pero aquello fuera de su improvisado refugio solo se abstenía a rodear el lugar y dar algún que otro golpe al azar.

-Bueno parece que eso nos dará algo de tiempo-. Tratando de recuperar su aliento, mencionó con cierto alivio una de las figuras atrapadas. Jorge un hombre en sus 30, muy lejos de estar en sus mejores condicione, mostraba una gran fatiga por su inesperada carrera.- tal vez estemos a salvo hasta que amanezca, me parece que a esos no les gusta mucho la luz-. Terminó de decir mientras se apoyaba en una pared mientras se dejaba caer al piso. Su cara marcada con cicatrices y su cabello cortado a navaja podrían darle un cierto aspecto rudo, pero su figura y habla mostraban claramente que no era un peleador, si como su firme deseo de no querer abandonar su recién encontrada comodidad

-No estoy segura, nunca antes había visto a esas cosas. ¿Y qué tal si so de los que no necesitan descansar?- decía firmemente con menos fatiga en su voz, Silvia una mujer que bien podría aparentar estar en sus 20s, de tez clara, pero afectada por la exposición al sol, un poco baja y no muy fornida, aun cortó su cabello este terminaba en rizos no muy cuidados. Sostenía un rifle mientras mantenía su mirada en la puerta.

-Sin ofender, tu estuviste mucho más en un cómodo refugio, sin tener que huir del incontable número de abominaciones que aparecen de la nada a diferencia del resto de nosotros- Reprocho con tono burlón su compañero. Silvia solo le devolvió una mirada de molestia, pero aceptando parcialmente su comentario, decidió imitar a su acompañante y tomar asiento al otro extremo de aquel frío suelo metálico. -¿Entonces solo esperamos, y nos dormimos por turnos para estar seguros que no entren?-

-No recomendaría dormir, a menos que te guste la hipotermia- replicó Jorge frente a ella.

-De que estas hablando, tal vez la temperatura sea baja hoy pero aún es verano, es imposible que haga tanto frío como para que nos de hipotermia- replicó.

-Claro allá afuera con esas cosas, pero aquí adentro solían refrigerar mercancías por si no has notado las cajas y diseño del lugar. Aún no lo sientes por lo que corrimos, pero solo mira bien-.

Tras decir eso, inhalo profundo y dejó escapar la bocanada de aire por la boca, mostrando una pequeña nube de vapor de agua formándose.

-Pero que dem... creía que ya no había energía eléctrica, ¿cómo esto puede seguir generando frío?-.

-No esta clase de lugares no dependen solamente de aires acondicionados y eso, piensa en un termo pero al revés. No será suficiente como para morirnos aquí mucho tiempo, pero tampoco será muy agradable nuestra estancia. Lo mejor que podemos hacer es mantenernos despiertos y hacer algo para mantener el calor-.

Ambos dejaron pasar un momentáneo silencio, mientras se recuperaban completamente.

Mirando un reloj con el cristal roto Silvia mencionó - Son las 11:45 si esperamos hasta que amanezca será bastante tiempo. ¿Podríamos esperar por si vienen refuerzos?-

-Claro sin tomar en cuenta que nosotros somos los refuerzos- Protesto Jorge, generando otro momentáneo silencio entre los dos

-Bien, ¿qué sugieres?- Cuestiono Silvia a su compañero.

Dudo un instante, pero con una expresión pícara intento sugerir - ¿Qué tal si.....?

Su frase se vio interrumpida cuando el rifle sostenido contra la pared pasó a apuntarle a la cara.

Nuestras historiasWhere stories live. Discover now