Capítulo 33: Gemma

94 19 9
                                    

La doctora Palmer llegó casi una hora después, Zara y yo nos habíamos mantenido en el mismo lugar preocupadas por nuestros seres queridos. 

— Bien, pueden pasar a sala de espera— nos indicó comenzando a caminar. 

Tropecé cuando quise seguirla y cuando levante la vista me tope con la mirada de Zara y una ceja elevada. Reí de los nervios y traté de ser cuidadosa y no volver a tropezar. 

Nos dejó en la sala y yo tomé asiento dejando descansar a mi cuello y espalda que se habían entumecido.

— La operación durará un promedio de tres horas— avisó— después Nox descansará aquí esta noche para que recuperé fuerzas, mientras que Verena tendrá que quedarse aquí por lo menos una semana para monitorearla en caso de que algún previsto suceda, y tenerla cerca por mas o menos tres meses, que es lo que puede llegar a durar su recuperación.

Miré a la doctora.

— ¿Sólo esta noche?— pregunté, deduje que necesitaría más reposo.

La doctora asintió. 

— Nox es bastante joven, solamente necesita recuperar fuerzas para darlo de alta mañana por la tarde— me explicó— y tendrá que estar constantemente descansando, de cuatro a seis semanas antes de retomar de seguir con sus labores cotidianas. No cargar cosas pesadas y demás.

Asentí comprendiendo la situación y tratando de no hacer una mueca. 

— ¿Verena estará bien?— inquirió Zara. 

Palmer rió con modestia.

— Verena esta en uno de los mejores hospitales de Boise, y probablemente de Idaho. Tranquilas, sus seres queridos están en buenas manos— dijo, calmando a mi corazón desbocado.— Bien, la operación comienza en veinte minutos, tengo que irme. Cuando termine  y los pacientes estén estables, sé los notificaré. 

Coloqué una mano en mi pecho y respiré. La doctora giró sobre sus talones y comenzó a alejarse de nosotras. Miré de reojo a Zara pero ella simplemente se dejó caer en el sillón a sus espaldas. 

Suspiré, y la imité sentando en un sofá ajeno al de ella. Zara se colocó los audífonos y cerró los ojos, yo saqué mi celular. Tenía millones de mensaje y llamadas perdidas de Clear y su pareja, pero en ese momento mi cansancio me obligó a no contestar aquellos mensajes e ignorarlos.

Paseé por las redes socialices, buscando algo con lo que distraer mi mente de los recientes sucesos pero simplemente no pude hacerlo. Mi cerebro reproducía una y otra vez los momentos que Brayson y yo habíamos pasado.

Una lágrima resbalo por mi mejilla, pero yo sonreí ante tales recuerdos. 

Estuve más de cuarenta minutos así; observando publicaciones, controversias entre figuras públicas y leyendo más sobre el transplante de riñón. La doctora Palmer tenía razón en lo que decía. 

Al final, el cansancio logró derrotarme. Guarde el teléfono y cerré los ojos por un momento. 

╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ✧ ╴╴ ╴ ╴

Desperté gracias a una sacudida en mi hombro, en un principio pensé que Brayson era el causante de esto, sin embargo, al recordar lo sucedido descarté esa posibilidad.

Abrí los ojos con dificultad y lo primero que estos se encontraron fue el rostro de la doctora Palmer. 

— ¡La operación ha sido un éxito!— me informó, a lo que yo sonreí tranquila.— Pueden pasar a ver a los pacientes. 

Error 911 © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora