Parte 3

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Violetta coloca la última esfera en el arbolito, me rio al ver que todas las acomodo perfectamente, con los colores dorados y plateados resaltando sobre las ramas.

—¿Te gusta mami? —pregunta muy emocionada, su silueta camina hacia mí y justamente, toma mi mano—. Tienes que prender las luces para que sea va más bonito.

—Aún está el sol Vilu, cuando empiece a ocultarse las prendemos —ella rechista, pero no dice más. Suelta mi mano y va hacia donde esta Alejandra su sillita se agita en el aire mientras ella mira juguetona los muñecos que cuelgan sobre ella.

—¿Qué le traerá de regalo santa? —Violetta toma la mano de su hermana, no pasa ni un segundo cuando Alejandra ya enredo su dedo gordo con sus pequeños deditos.

Suspiro pesadamente.

Todo lo que había preparado para esta noche no fue comprado. Eran cosas que se encontraban en casa, no había tenido la oportunidad de salir, ni siquiera de mandar a comprar algo con los empleados de Jorge. Antes de que él se fuera, se había encargado de pedirles a los guardaespaldas de la casa que no me dejaran salir por nada y que si lo hacían iban a ser despedidos.

Así que sin más, los deje libres, no quería meter en problemas  a esos pobres hombres. Odiaba que Jorge fuera así de amenazador, pero no podía hacer nada contra eso.

Y por obvia razón ni siquiera tenía un regalo para alguna de mis dos hijas.

¿Cómo explicarle a una niña pequeña que esta navidad santa claus no va llegar? Arqueo ambos hombros y le sonrió tristemente.

—No creo que sea necesario que ese viejo gordo llegue esta navidad. Con que estemos juntas cuenta.. ¿Verdad? —Violetta me mira algo confusa y muerde su labio. Sé cuánto ansiaba todos esos regalos que pidió.

Dios, porque cuando leí su cuarta pensé que no iba a haber fin en su lista de regalos. Ella puso muchas cosas. Y sé que lo hizo porque Jorge a pesar de que a veces era un ogro, siempre le daba la esperanza a Violetta de que tendría todo lo que pidiera.

Él podía estar molesto como el infierno, pero cuando Violetta pedía algo él se lo daba y muchas veces mejor. Podía ser un cruel padre, como últimamente lo ha sido, pero nunca le había dicho que no a su hija, cuando de cosas se trataba.

Jorge tenía dinero, él había luchado tanto por todo lo que tiene ahora. Su trabajo ahora era muchas veces más pesado y lo sabía, por eso no pasaba la mayoría del tiempo en casa.

Por eso había empezado a estresarse y tomar.. eso fue lo que ocasiono que todo se saliera de control en casa.

No podía existir un pequeño defecto, porque él ya estaba alterado y molesto, desquitándose conmigo a gritos o jaloneos.

—¿Mami? —Vilu pasa su mano frente a mi rostro varias veces. Parpadeo— Te quedaste ida.

—Lo siento bebe..  ¿Me dijiste algo mientras yo estaba..?

—Sip —me interrumpe—. Te dije que está bien si santa no llega, pero que aun así quisiera que el viniera —hace un puchero.

~

—¿Cómo me veo mami? —pregunta Violetta, dando una coqueta vuelta frente a mí.

Lleva puesto un vestido que le queda debajo de sus rodillas de un color negro con adornos color rojo. Abajo lleva puestas unas mayas negras y unos zapatitos color negro. Su cabello esta esponjado, pero aun así se ve preciosa.

—Te vez hermosa mi amor —ella sonríe satisfecha y se sienta en la cama, mirándome—. ¿Cómo me veo yo? —le pregunto y me volteo hacia el espejo.

All I Want This Christmas Is You   *Adaptada *One shootWhere stories live. Discover now