Descendientes 3

Parte 2

— Majestad, es mejor que venga. Se registró una fractura en la barrera mágica.

La sangre se le congeló. Eso era una alerta, alguien trataba a escapar y eso significaba que podrían hacer mucho daño a la gente de Auradon.

— Voy enseguida - colgó y tomo sus cosas lo más rápido que pudo y le marcó a Mal —. Jay, Carlos vengan conmigo.

(...)

Los VK'S se reunieron con Ben, él solo les había dicho que era urgente, pero desconocían qué era tan importante.

— Hada Madrina, ya estoy aquí - dijo Ben. Bella, Adam y el Hada Madrina estaban reunidos.

— Que bueno que están aquí - dijo Adam —. Hace unos minutos se registró una fractura en la barrera mágica.

— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! - cuestiono Carlos, recordó su máquina que hace unos años inventó, pero dejó de funcionar y no había nadie en la isla con la astucia para restaurarla.

— No lo sabemos, pero si hubo una fractura puede que abran la barrera y eso podría causar caos en Auradon.

— Iremos a ver - dijo Mal —. Uma sigue suelta. Ella podría ser la causante de todo esto.

— Enviaremos guardias con ustedes... Tengan mucho cuidado.

— Tal vez sea prudente enviarles un mensaje a los anti-héroes - dijo Carlos preparando su celular.

— La señal será débil si solo fue una fractura, además seguro que ya están enterados - dijo Mal, aunque de igual modo Carlos envió un mensaje, pero la señal sí era débil y quien sabe si les llego el mensaje.

— Nos vamos en dos minutos - dijo Ben llamando a los guardias que los acompañarían.

(...)

Las limusinas ya estaban listas, los guardias dirigirán el camino, pero el rey Ben es quien tiene el control de la barrera mágica.

— Muy bien chicos, necesitamos estar listos para lo que sea - menciono Mal desde el asiento de copiloto y Ben manejaba —. No podemos bajar la guardia ni un solo segundo.

— La última vez que hablamos con la gente de la isla nos dijeron que la mayoría de villanos querían vivir tranquilos y en verdad se habían mostrado arrepentidos - dijo Evie —. Los anti-héroes son una muestra de que de verdad hay villanos que ya no quieren serlo.

— Si, pero también hay villanos que no pueden dejar atrás el odio y deseo de venganza que tienen - Mal recordó a su madre y que seguía siendo una lagartija, además, tal vez era su imaginación, pero su madre se encogia un poco cada vez que la veía —. Mi madre, por ejemplo. No dudo que haya más villanos como ella, pero tampoco descarto que haya villanos arrepentidos. Es por eso que debemos mantener los ojos bien abiertos.

— Si... Pero ¡hey! Tenemos a un dragón de nuestro lado y no cualquier dragón, sino a la descendiente del mayor dragón del que haya registro - eso subió un poco el ánimo, que Jay les hiciera ver que Mal era una fuerte dragón al que pocos le harían cara los llegó a tranquilizar. Solo había un arma capaz de acabar con un dragón con sangre de Maléfica y esa arma estaba custodiada en el museo.

— Si, solo los debo rostizar, pero hablo en serio. No bajemos la guardia - les repitio y Ben detuvo el vehículo.

— Llegamos

Los guardias salieron de su propia limusina y se pararon frente la entrada principal de la isla

— Por órdenes de su Majestad el Rey Benjamín se les ordena que cada villano en la isla se presente ante él - leyó uno de los guardias.

— Yo no dije eso - murmuró, supuso que su padre o los segundones lo habían escrito para darle más seriedad o autoridad. Los segundones seguro estaban discutiendo que hacer con la barrera y los villanos ahora mismo. Los VK'S y Ben salieron. Si había villanos formados esperando presentarse con el rey, cabe destacar que eran los villanos reformados que solo esperaban a que el rey Ben los dejara ir a Auradon ya.

— Pasaremos lista de todos los habitantes de la isla, empezando por los villanos, después hijos y secuaces - anuncio el mismo guardia y así pasó un rato, era raro que los villanos tan temibles y malvados que eran obedecieron aquella orden de presentarse.

No parecía haber nada fuera de lo normal. Mal y Jay estaban junto a Ben y podían observar a los anti-héroes que estaban en los tejados mirando desde lo alto a los villanos, también los podían ver caminando entre la multitud. Que los anti-héroes estuvieran vigilando también era una buena señal, pues estaban al tanto de la fractura, pero si no sabían de la fractura era por que el mensaje de Carlos les había llegado y significaba que había entrado suficiente magia a la isla, por lo tanto eso era preocupante. Ya estaba cayendo el atardecer y la sombra de todos los presentes se hizo más presente.

— Carlos - llamo Mal al mencionado

— ¿Si?

— ¿Tu mensaje les llegó a los anti-héroes?

— Dejame ver - sacó su celular y jadeo —. ¡Chicos!

En un momento la sombra de Ben, sacó el control remoto de la limusina y presiono el control que dejaba caer la barrera.

La barrera empezó a desintegrarse y finalmente la noche se apoderó del cielo. De entre la oscuridad salió el director del Palacio del Dragón, el Doctor Facilier.

— Vaya vaya - dijo simplemente con una risa burlona. Atrás de él había un pánico y entusiasmo muy extraño. Los anti-héroes trataban de contener a las personas dentro de la isla y la mayoría de ellos querían hacer el bien aunque no fueran anti-héroes así que también apoyaron a contener a los villanos que en verdad querían escapar.

Evie, la más cercana a la sombra de Ben tomo el control y presiono de vuelta el botón cerrando la barrera, pero ahora Facilier estaba afuera y no podían arriesgarse a meterlo y escapara alguien más peligroso. Por suerte, Mal se transformó en dragón, seguro que si un dragón amenazaba con rostizarlo se metería por las buenas a la isla y nadie intentaría salir.

— Doctor Facilier, por favor, no haga esto. Usted podría tener una muy buena vida en Auradon si hace lo correcto - Ben trató de razonar con él —. Nadie le hará daño - miró a Mal esperando que se tranquilizará.

— Niño, yo tenía una muy buena vida antes, e incluso después de ser vencido por esos sapitos llenos de baba mi vida después de la muerte no fue tan mala... Hasta que tus papis me trajeron aquí.

— Sé que mis padres le han hecho daño a mucha gente, y no trato de justificarlos, pero por favor, en Auradon usted puede recuperar su vieja vida e incluso ganar una mejor.

— Déjame que lo piense... No - sopló un humo morado de su mano y en un segundo Mal reacciono dispuesta a atacar, pero algo la detuvo. Era como si un Rayo la hubiera paralizado y drenado toda su fuerza.

Nadie se había percatado de Hades, dios del inframundo también se había escapado.

— Hola a todos ustedes - rió y lanzo al aire su brasa del inframundo atrapandola en la caída —. ¿Están listos para lo que vendrá?