Louis jamás abandonó el tono amable. Cassidy me miró con poca gracia una última vez antes de darse vuelta y marcharse. Me mordí la lengua para no decir nada grosero. Realmente me esforcé.  ¿Como hacía él para actuar tan agradable? sin duda aquella me cayó mal desde la primera mirada.

—Es muy simpática—Ironice mientras la observaba platicar con unos hombres de seguridad.

Louis rió entre dientes y enfoqué mi atención solamente en él. Se movió en el sillón para poder sacar una tarjeta del bolsillo. Antes de que pudiera darme cuenta la tarjeta, que contenía su nombre y número de celular—una tarjeta de contacto—estaba en mis manos. Los hombres de seguridad llegaron para escoltarlo.

—Llámame en una hora, Madison. Arreglaremos para tomar unos tragos esta noche, ponernos al día, y de paso hacer algo con esa entrevista que tanto estás necesitando.

Dicho eso me guiñó un ojo, y me dejó absorta. No pude ni agradecerle. Lo observé marcharse a través del lobby con sus manos resguardadas en los bolsillos de sus pantalones y con toda una guardia de seguridad detrás de él. Miré la tarjeta en mis manos y repasé sus palabras.

Todo había estado frente a mis ojos.  Louis no era el Louis que había dicho ser, o bueno, no del todo.

+++

—Él es jugador de fútbol, uno de los jugadores de fútbol—hice énfasis en la palabra “los” cuando le conté mi experiencia a Zoe. Aun no lo podía creer.

Me paseaba de lado a lado de la habitación con la mano en la frente y con la otra mano sosteniendo la tarjeta. Zoe estaba extrañamente silenciosa ante mi confesión.

—No entiendo entonces por qué estás tan histérica. Esto es perfecto, Juliette. Ambos se conocen, y según lo que me cuentas está dispuesto a ayudarnos con la entrevista—su voz demostró confusión—aparte, a veces es bueno revivir viejos momentos.

La miré con una mueca en el rostro. Me acordaba claramente de aquella noche que había pasado con él. Quizá se me pasaban algunos detalles pero no necesitaba esforzarme demasiado para hacer memoria. Para cuando él insertó la tarjeta en la puerta que nos permitió ingresar a la habitación del hotel, el alcohol prácticamente había desaparecido de mi sistema. Por tanto, solo bastó verlo para sentirlo todo de nuevo. Eran como flashes que inundaban mi mente.

—No nos conocemos, técnicamente—aclaré—él piensa que me llamo Madison y que tengo diecinueve años, ni siquiera sé que más le inventé sobre mí. Pasaron semanas—exclamé alzando mis manos—Para ser sincera jamás creí que nos volveríamos a ver, era una aventura simplemente—tomé aire y me dejé caer sobre la cama boca arriba—¿qué crees que va a pensar cuando le diga que se acostó con una menor de edad, con una recién salida de la secundaria?

—Relájate, Juls. No tienes porque decirlo—Zoe  sonrió y tomó la laptop, luego tecleó algo en google—Él tampoco fue muy sincero que digamos. Escucha esto; Louis Tomlinson, uno de los jugadores de fútbol más exitosos del momento. Han invertido millones para traerlo desde Gran Bretaña hasta Los Ángeles. Su carrera está en lo más alto—suspiró—Por dios, quisiera estar en tus zapatos en este momento—admitió sin dejar de leer la pantalla—Es uno de los hombres más hot del momento.

New YorkМесто, где живут истории. Откройте их для себя