Volver a sonreír 다시 웃어

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-¡Y han pasado siete años y aún no puedes decir "hola" en coreano!- Simba Yang reía junto a Ryan.

-JAJAJAJA- Ryan lloraba de risa en pleno vuelo- Ya basta Sim... JAJAJAJA- Me vas a matar de la risa.

Livingstone los observaba sonriendo, el cachorro jugaba con un avioncito de plástico simulando que éste volaba junto al gran avión donde iban.

-¡Turbulencia!- Gritó Livingstone sacudiéndose en su asiento para jugar con Bodi.

Todos en el avión comenzaron a gritar asustados, pero Livingstone soltó una carcajada al ver que todos lo miraban por aquello que había hecho.

-¡Voy a dar un paseo!- Ryan se levantó...- Me van a matar de un infarto si me sigo riendo de esta forma...

Estimados Pasajeros, la señal de abrochar el cinturón de seguridad ha sido encendida, favor de colocar su asiento en posición vertical para nuestro aterrizaje en Seúl.

-JAJAJAJA- Toda la familia reía cuando vieron a Ryan hacer una mueca.

-¿Por qué esto me tiene que pasar a mí?- dijo Ryan a regañadientes mientras abrochaba su cinturón de seguridad.

Había sido el mejor vuelo que Livingstone había tenido en su vida.

Las vacaciones consistieron en visitar un grandioso parque de diversiones, donde todos tomaron fotografías libremente y gozaron al cien por ciento, caminaron por la capital de Corea del Sur guiados por una amistosa pantera surcoreana, la cultura de aquel país dejó fascinados a todos los miembros de la familia, un viaje completamente distinto al que tuvieron Livingstone y Ryan en Corea del Norte hacía ya más de diez años.

Finalmente dos días antes de regresar a Animalia quedaba solo una atracción por visitar; la zona desmilitarizada de Corea, Livingstone decidió visitarla junto a su familia solamente para rezar en el lugar donde Bodi había fallecido, lo cual había querido desde que llegó a Animalia.

Un autobús de primera clase los transportó hacia dicha zona, un militar surcoreano subió para verificar los pasaportes, cuando llegó el turno de Livingstone, éste se llevó una gran sorpresa.

-¡KOV!- gritó viendo a su ex compañero del ejército norcoreano- ¡Dios mío no puedo creerlo!

El león de melena café sonrió al ver a Livingstone, apenas éste se levantó le dio un abrazo tan grande que Livingstone apreció realmente.

-¡LIVINGSTONE!- Kov le dio una palmada- Que gusto me da verte.

-¿Cómo lo lograste?- el león le preguntaba muy intrigado.

Kov negó con la cabeza, al igual que su amigo no tenía intenciones de recordar absolutamente nada de lo ocurrido en el pasado.

-Lo lamento- Livingstone bajó la mirada apenado.

-No importa-Kov volteó a ver a Ryan cuando recordó que ya había verificado su pasaporte- ¿Él es Ryan, tu hijo?

Livingstone asintió, Ryan algo extrañado estrechó la pata de Kov, quien le devolvía una sonrisa.

-Tu padre nunca te olvidó, siempre pensaba en ti.

Ryan asintió viendo a Livingstone muy feliz de haberse reencontrado con su amigo, cuando se despidieron conservaron sus números de teléfono y redes sociales para mantenerse en contacto.

Cuando salieron a la azotea trasera del edificio destinado para turistas, la línea divisoria volvía a estar frente a Livingstone, en dicha azotea se veía panorámicamente Corea del Norte, muchos de los turistas utilizaban los binoculares destinados para mirar a través de ellos hacia el lado norte.

Livingstone hizo una oración en silencio al ver el lugar donde Bodi había fallecido, Ryan se acercó a su padre para abrazarlo, cuando Simba Yang, Belinda y Alex vieron aquello se acercaron a Livingstone para abrazarse todos formando una línea mirando hacia el lado norcoreano, Livingstone finalmente sentía amor y felicidad en la frontera más peligrosa del mundo, fue entonces cuando Bodi, el hijo de Ryan hizo una pregunta a su abuelo.

-Abuelo Livingstone- señaló con su patita hacia Corea del Norte- ¿Qué hay allá?

Livingstone lo tomó con cariño para unirlo al abrazo familiar, ahí estaban todos mirando hacia el horizonte norcoreano pero ahora sin miedo ni frustración, sino con felicidad y alegría de compartir la unión y la libertad.

-Bodi, no hay nada que contar- respondió Livingstone dirigiendo la vista de nuevo hacia el horizonte.

Una sonrisa se dibujó en la cara de Livingstone, se sentía muy bien, pues al recapacitar sobre todo finalmente se dio cuenta de algo realmente valioso: tenía una familia, felicidad, valentía y libertad; las mejores herramientas para enfrentarse a la vida.

FIN 끝

El secreto de la libertadWhere stories live. Discover now