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Livingstone esta vez evitó emocionarse para evitar levantar sospechas de Kion, por lo que tanto él como Bodi se limitaron a agradecer el amable gesto del líder norcoreano.

-Gracias por su apoyo, señor- Livingstone le extendió la pata para despedirse- no le fallaremos.

-Confío en ti, Livingstone... ¡ALEX!- gritó asustando a Bodi- necesito que llames a los medios y filmen esto, el gran líder de Corea del Norte se solidariza con sus soldados trabajadores obsequiándoles un departamento en la zona del futuro por su esfuerzo- dijo como si éste fuera el presentador de televisión- llévalos a su nuevo apartamento.

Bodi se despidió del líder estrechando su pata y sonriéndole, antes de salir de la oficina, Kion Ung llamó al perrito.

-¡Soldado, Bodi! Espero aún tenga las llaves que le obsequié, con ellas tendrá el acceso a su departamento.

-Muchas gracias, señor- Bodi hizo una reverencia para después dar media vuelta y retirarse.

Alex los llevó de vuelta a la academia militar en el mismo vehículo, donde inmediatamente al llegar a su cuarto comenzaron a empacar todas sus cosas para dirigirse al departamento que Kion les había regalado en la zona más importante de Pyongyang.

-Veinte minutos, soldados- ordenó uno de los asistentes de Alex.

-Sí señor- respondió Bodi.

Ambos estaban muy contentos de poder vivir finalmente en un apartamento, sin embargo Livingstone tenía una idea, inspirándose en Simba Yang y más ahora que todo se había puesto de manera para que estuvieran tan cerca de la frontera sur de aquel terrible país.

Bodi guardó las llaves en su bolsillo derecho para abrir la puerta del apartamento cuando llegaran, al salir del cuarto caminaron por el pasillo de paredes rojas hasta llegar a la puerta principal de la academia, al salir dos reporteros con cámaras grababan tanto a Livingstone como a Bodi.

-Supongo que debe ser para la nota especial que el líder quiere que se publique- Bodi sonreía a las cámaras caminando hacia el auto de Alex.

Una vez al entrar vieron cómo los reporteros seguían el auto sin parar, pasaron de nuevo por el centro de Pyongyang, por ser día Lunes cientos de leones y leonas caminaban por las calles de Pyongyang, el transporte público estaba realmente concurrido, las estaciones del metro también pues aunque muchos no lo crean, Corea del Norte también tiene una línea de metro subterráneo.

El auto finalmente llegó a una rotonda, donde en el centro de la misma se encontraba el monumento del partido del trabajo, el cual Livingstone había visitado junto a Ryan cuando eran turistas hacía ya mucho tiempo.

Luego de girar a la derecha en la calle Revolución comenzaron a divisarse los edificios de la zona del futuro, dónde en un edificio recién inaugurado aguardaban reporteros, militares y representantes del régimen.

El edificio era circular con un rascacielos único en la ciudad que formaba un círculo extraño junto con muchos puntos alrededor.

-Es un átomo, soldados- aclaró Alex al ver las miradas curiosas de Bodi y Livingstone- listo, bajen del vehículo.

Kion esperaba en la entrada del edificio junto con su asistente, el señor Yang, quien sostenía dos placas de reconocimiento, apenas llegó el auto los reporteros comenzaron a filmar a Bodi, quien fue el primero que descendió, posteriormente bajó Livingstone.

Una alfombra roja conducía a la puerta del edificio, Bodi y Livingstone caminaron algo avergonzados ante tantas cámaras y funcionarios quienes centraban su atención total en ellos.

Al llegar al frente Kion Ung le extendió la pata a Livingstone y luego a Bodi, ambos se posicionaron al lado del líder y el señor Yang para posteriormente tomarse varias fotografías.

-¡En agradecimiento por su lealtad hacia el líder de la República popular democrática de Corea les hago entrega de éste reconocimiento como ciudadanos honoríficos!- Kion ordenó al señor Yang que les entregara las placas.

-¡Gracias, señor!- dijeron Bodi y Livingstone al mismo tiempo.

Kion luego de sonreír los invitó a pasar al edificio para mostrarles su nuevo hogar, subieron por el ascensor de cristal hasta el cuarto piso, donde las paredes de los pasillos eran de colores celeste y blanco, todos salieron del ascensor para dirigirse al nuevo apartamento de Bodi y Livingstone.

-Soldado, Bodi- Kion Ung lo miró a los ojos- si nos haces el honor de abrir la puerta.

Los reporteros volvieron a filmar el épico momento donde Bodi abrió la puerta del departamento, justo en la entrada Kion se detuvo antes de entrar para volver a tomarse unas cuantas fotos con sus soldados honoríficos.

-Por favor, adelante ésta es su casa- Kion invitó a pasar a Livingstone primero- adelante, soldado Bodi.

El apartamento tenía paredes pintadas de color amarillo, un candelabro en medio de la sala de estar, había sillones de color gris y en medio de ellos una mesa, en la pared se encontraba un televisor de cincuenta pulgadas de una marca norcoreana que estaba encendido transmitiendo noticias militares.

Al fondo del departamento se encontraba un comedor de madera de pino, cuadros de flores estaban colgados por toda la sala de estar de aquel departamento, al fondo a la izquierda se encontraba la cocina integral que ya contaba con suficiente despensa para que Livingstone y Bodi pudieran tener sustento por al menos un mes.

-Todo buen trabajo...merece su recompensa- Kion Ung les guiñó un ojo.

Livingstone y Bodi hicieron una reverencia para agradecer a su líder.

Del otro lado del comedor se encontraban las habitaciones, las paredes también eran amarillas junto con el piso de madera, dichos cuartos eran prácticamente iguales, con una cama tamaño matrimonial y una vista panorámica de la ciudad de Pyongyang.

Al fondo de un pasillo se encontraba el baño, decorado con azulejo gris y una linda lámpara.

-Muchas gracias, señor- dijeron Livingstone y Bodi nuevamente.

-Gracias a ustedes por salvarnos a mí y a Alex- Kion los condujo a la sala para que los reporteros tomaran las últimas fotografías de aquel encuentro.

Finalmente todos aplaudieron cuando Livingstone y Bodi colocaron en la pared las fotografías de Mu fil Sung y Simb Jong Il.

Todos los reporteros salieron en cuanto Alex les dio la orden, por último quedaron los funcionarios de gobierno para darle una última sorpresa a Livingstone.

-En el estacionamiento podrás encontrar un Jeep- Kion le guiñó el ojo extendiéndole las llaves al león- para que vayan y regresen a la zona desmilitarizada todos los días, así es como recompensamos su arduo trabajo- el león caminó hacia la puerta pero antes de retirarse definitivamente dio media vuelta mirando a Livingstone y Bodi- Después de todo Corea del Norte no es tan malo como dicen, ¿verdad, soldado Livingstone?

-Así es, señor- Livingstone hizo una reverencia final antes de cerrar la puerta.

Kion Ung asintió sonriendo arrogantemente, dio media vuelta y se dirigió junto a Alex y sus guardias hacia el elevador.

Livingstone cerró la puerta, Bodi boquiabierto miraba el departamento con sorpresa, Livingstone se acercó con él no sin antes asegurar la puerta principal con llave.

-No te acostumbres mucho, Bodi- dijo fríamente sin ponerle importancia a su nuevo hogar.

Bodi miró a Livingstone extrañado, dejó de admirar el departamento para posteriormente mirar a los ojos a su amigo.

-¿Por qué? Es genial- dijo sonriendo débilmente- Ni siquiera en China había tenido una casa tan linda.

Livingstone no pensó dos veces lo que iba a decir, tenía que soltarlo de una vez por todas.

-Escaparemos cuanto antes de Corea del Norte. 

El secreto de la libertadWhere stories live. Discover now