Cap. 15 (La decisión)

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Al principio me costó mucho reconocerlo, había cambiado mucho pero estaba claro, aquel chico era mi ex.

Era Endika y estaba en Barcelona. Me vinieron todos los recuerdos de nuestra historia de lo bonita que fue y lo mal que acabo.

-¿Endika? ¿Qué haces en Barcelona?- pregunté con una sonrisa.

Él tomo asiento a mi lado.

-Pues... ya ves... visitando a unos amigos ¿Y tú?

Me pregunta con su dentadura perfecta.

-Estoy estudiando aquí.

Nos quedamos un rato mirándonos a los ojos con una sonrisa en la cara, cuando de pronto noto la presencia de Raquel. Ha vuelto a la mesa con dos mojitos.
Se paró un momento para observar a Endika, y después clavo su mirada en mí.

-Endika esta es Raquel una amiga, Raquel este es Endika mi ex.

Se saludaron con dos besos. Cuando se dio cuenta de  que sobraba, se fue, pero no si antes darme su numero de teléfono para poder quedar algún día. Se podía notar desde lejos como aquello no le hacía nada de gracia a Raquel, la cual no dejaba de mirar con mala cara a mi ex. Nada más irse él, la miré esperando que dijese algo pero no pasó, así que lo hice yo .

-Lo siento, no sabía cómo presentarte.- no se muy bien por que le dije justamente eso.

-Tranquila no somos nada- bebió un trago de su mojito y cuándo yo creía que ya había acabado su comentario siguió- se podría decir que solo somos amigas con derechos. Ahora si me disculpas voy al baño.

Se levantó de la mesa y se dirigió al baño. Con el último comentario, sabía que la presentación que había hecho le había dolido. Me levante de la mesa y puse rumbo al baño. Entre y vi que se estaba repasado la raya del ojo, que era lo único que se maquillaba.

- Lo siento mucho de verdad.

-No pasa nada, en realidad tienes razón, solo me podías presentar como amiga, osea realmente no somos nada ¿no?.

Odiaba eso, odiaba que me diera la razón cuando en realidad su opinión era otra. Volvimos a la mesa, acabamos nuestros mojitos y fuimos a su casa.

-¿Vamos en bus?-me pregunto señalando una parada.

Nada más oír aquello, me vinieron los recuerdos de aquel tío en el bus.

-Prefiero ir andando.- le sonreí para que no sospechara nada.

Llegamos a casa, ella metió su llave y nada más entra nos recibió Odie. El señor Alfred estaba en la cocina y también su abuela, Cándida. Tenían caras muy largas, y a ella nada más verles se le puso la misma cara.

-Hija tenemos que hablar cuanto antes.

Raquel me miró a mi y después a su padre.

-Ya lo sé... tengo que darte una respuesta y no me queda tiempo.

- Cielo... antes de responder piénsatelo bien...dejar todo e irte a un nuevo hogar es un cambio muy grande.- le dijo su abuela.

Ella me miro a mí y fue dirección a su habitación. Me quede allí de pie sin saber qué hacer con Odie en brazos. Cándida se fue y Alfred saco a pasear a Odie. Entonces fue ahí  cuando decidí entrar a su habitación para hablar con ella. Entré y vi que ya estaba con el pijama, pero esta vez no tenía una camiseta de Batman era un de Adidas  y las bragas de Calvin Klein eran blancas. Estaba sentada encima de la cama abrazada a un cojín.

Se notaba que había estado pensando y que había soltado alguna que otra lagrima, ya que la raya la tenía un poco corrida. Me acerque con suavidad a ella y la abrace con ternura. Me quede sentada al lado suyo y puso su cabeza sobre mi hombro. 

-No sé qué hacer Laura, no tengo ni idea de qué decisión tomar.

Estaba claro que yo no quería que se fuese, quería que se quedara junto a mí. Pero claro hace unos días estábamos muy mal y si lo nuestro no funcionaba le habría apartado de la persona que quiere.

-Es mejor que te vayas, es tu padre. –solo me salió decirle.

Levantó rápidamente su cabeza del hombro cuando escuchó que de mi boca habían salido aquellas palabras. Se levantó de la cama y salió dirección al baño. Espere un minuto antes de salir de su habitación, para asimilar lo que le acaba de decir.
Le había dicho que se fuera a la persona que estaba empezando a querer. Me levante de la cama y me fui al baño. Abrí la puerta y vi que estaba hablando con el reflejo del espejo.

-Dios...puede que tenga razón, será mejor que me vaya, al fin y al cabo es mi padre y con ella hasta hace nada estaba mal. Que lio tengo no sé qué hacer...

Como no me había visto todavía,había escuchado todo lo que pensaba de lo nuestro, de que decisión iba a tomar. Estaba claro que se iría con él. Que había hecho, que idiota era.

Hugo apareció en la casa de repente, tenía llaves del apartamento,.

-¿Dónde está?- me pregunto a mí, ya que era la única que estaba,sobresaltándome.

-En el baño...- respondí en un susurro.

Entró y cerró la puerta para que no escuchara nada de lo que iba a hablar.

Volvió su padre de  sacar al perro y me puse un rato a hablar con él. Intentando sacarme de la cabeza lo idiota que había sido minutos atrás. Acabe descubriendo porque Raquel tenía que decidir ya lo de irse. Su padre se tenía que ir al día siguiente para volver a trabajar. El corazón me iba a cien por hora, cada vez estaba más nerviosa por saber cual iba a ser la decisión final.

Hugo y ella salieron del baño por fin.

Ni siquiera pude mirarla a la cara, sabía cual iba a ser la respuesta, se iba a ir con el, con su padre la persona que más quiere. Si había una mínima posibilidad de que se quedara, yo la habia empujado a que se fuese.

-Papa ya he tomado una decisión.

Estaba claro lo que iba a decir y más  después de aquellas palabras. Seguí sin poder mirarla, sabía que las palabras que iba a decir a continuación me iban a hacer mucho daño.

-Cual es...-dijo su padre como si tuviese miedo a la respuesta.

ELLAWhere stories live. Discover now