- Ya dije que no estoy celoso. - Dije de nuevo, cansado. - Si ustedes quieren hablarle a ella no es mi asunto. No tengo nada que ver con ella de todos modos.
- ¿Lo dices de verdad? - YeonJun pregunta asombrado por mi indiferencia.
- Claro. - Digo...
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- Aún sigue escuchándose muy duro. - El profesor de piano me dice muy paciente. - Trata de relajarte y de relajar tus muñecas.
- De acuerdo.
No tengo idea por qué no podía relajarme de una vez, me sentía muy estresado porque estamos en semanas de evaluaciones y no logro desestresarme desde hace dos días, lo cual me vuelve loco, porque no hago las cosas bien.
- Tranquilo, si no puedes, hazlo el día de mañana cuando te sientas un poco más relajado, BeomGyu. - El profesor me da una palmada cariñosa en mi espalda y de pronto su móvil suena. - Discúlpame unos minutos.
- Adelante. - Le digo sonriéndole al mismo.
Mientras me giro de nuevo hacia al piano, dispuesto a intentarlo por última vez, escucho al profesor.
- Scarlett, que bueno que te veo aquí. ¿Podrías ayudar a BeomGyu? Por favor.
- Oh, claro. - La voz de Scarlett se escucha dentro de la sala de música.
Sin saber cómo reaccionar, no giré y fingí no escuchar nada al respecto, y me hice loco tratando de tocar el piano.
- Hey, ¿tienes dificultades? - Scarlett asoma su cabeza sobre uno de mis hombros, provocando que mi corazón diera un vuelco.
- Oh, hola, Scarlett. - Me alejo un poco de ella, nervioso, lo cual ella notó y se separó de mí.
- ¿Quieres ayuda con eso? - Me ofrece, señalando al piano.
- En realidad, ya estaba por irme porque no lo lograba y...
- ¿Te darás por vencido tan rápido? - La chica me interrumpe cruzándose de brazos.
- Bueno...
- Vamos, yo te ayudo.
- No es...
Mis palabras quedaron flotando en el aire en el momento cuando Scarlett se sentó junto a mí para poder leer las partituras que descansaban arriba del piano.
- Está canción ya la vi, - Comenta observando cada nota de la misma. - veamos en qué se te dificulta.
- Está bien.
Comencé a tocar el piano justo como lo hacía las veces anteriores, pero siempre tropezaba en donde mismo.
- Espera, repite lo último. - La chica dice confundida.
Comencé por tocar la última parte que me pidió y la chica observaba mis dedos muy concentrada. - Espera, creo que ya vi tu error.
Me sorprendió demasiado que ella tocara mi mano para ayudar a colocar mis dedos sobre diferentes teclas.
Su tacto fue tan corto pero tan significativo, que entré en pánico y lo único que hice fue levantarme de la banca, como si me echaran un balde de agua helada sobre mí.
- Yo... - Dije una vez estando de pie y al ver que Scarlett me miraba muy sorprendida. - Olvidé algo.
- Pero...
Ni siquiera dejé que la chica dijera algo más, ya que me encontraba fuera del aula.
Estaba tan paniqueado en ese momento que, incluso, ni siquiera escuché cuando mi profesor me había llamado, preguntando a dónde iba.
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