𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝓸 3: Yo sí recuerdo haber suspirado sobre tus cicatrices.

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Happiness is a butterflyTry to catch it, like, every nightIt escapes from my hands into moonlight

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Happiness is a butterfly
Try to catch it, like, every night
It escapes from my hands into moonlight

Los días más difíciles habían pasado, el auténtico invierno se despide y las verdes hierbas comienzan a florecer. La ausencia del calor, los días amorosos y la vegetación puede ser desesperanzador para cualquiera, más aún para un pequeño que apenas había atravesado seis inviernos en su vida. Para Gilbert hubiese resultado mucho peor de no ser por un rayo lleno de luz decidida siempre a animarlo.

—Paciencia, Gil—dice, tomando sus manos.—Cierra los ojos—

Gilbert obedeció, en su espera inhala el aire helado y piensa en lo refrescante que es tal sensación; siempre le gustó el frío.

Poco después su cabello se cubrió con copos de nieve diminutos. Esto le indicó que podía abrir los ojos. Observó atentamente y muy deslumbrado todo el entorno decorarse de blanco: sus pequeños dedos, las mangas de su viejo abrigo, las pestañas de la hermosa mujer a su lado. Ella le sonríe mientras achina los ojos, con la nariz roja a causa de la temperatura. Esa imagen, incluso años más tarde, Gilbert mantenía impresa en su memoria.

—¿Puedes sentir la nieve en tus pestañas?—pregunta y él afirma sonriendo.—Si parpadeas rápido se cae en tus mejillas—Gilbert lo intenta y al comprobar que es verdad ríe emocionado.

Ella apoya la barbilla en sus rodillas mientras siente que algo dentro se derrite de amor y alegría al ver esa escena.

—¿Ves? El invierno puede ser hermoso también, solo tienes que aprender a admirarlo—el chico estaba convencido de que era cierto, porque no había visto algo tan perfecto como nieve caer del cielo.

—Pero hay días que no sale el señor sol para nada, y me da miedo nunca volver a verlo—responde mientras su rostro se apaga lentamente.

—Mi amor, siempre saldrá otra vez, lo prometió hace mucho tiempo, y nosotros prometimos admirarlo y dedicarle poemas a cambio. ¿Sabes qué debes hacer si tienes miedo?—Gil se acerca para que ella lo envuelva entre sus brazos acunándolo.—Busca a mami, para que te abrace y proteja. ¿Escuchas mi corazón?—él asiente con la cabeza.—Mientras suene ese corazón nada malo te sucederá, porque yo te cuido.

Aunque aprendió a querer el arisco invierno, sus momentos favoritos siempre serían en medio de flores y días soleados, cuando la cosecha funcionaba y sus padres no debían preocuparse por falta de comida. Si eso sucedía, ambos accedían, la mayor parte del tempo, a jugar en el patio.

—¡Buh!— grita su madre saliendo de un tronco que tomó para esconderse.

—¡Dios!, casi me matas del susto—exclama John un poco pálido.—Volvamos a comenzar, escóndanse. —Gilbert corre con la adrenalina a tope sin saber dónde meterse. Su madre le señala un tronco, posando sus dedos en los labios y haciendo "shhh".

~Las Flores Del Invierno~  ShirbertWhere stories live. Discover now