Recuerdos (Las crónicas de Narnia y el viajero del Alba) #3

7

Caspian volvía a patear la puerta seguido de Einar, mientras Ed me revisaba el golpe, el cual me había abierto un poco el labio
-Ed ¿Nos ayudas?- le preguntaron
-Ve, yo estoy bien- le dije y antes de pararse me dio un beso en la frente
-Es inútil, jamás escaparán- escuchamos una vieja voz venir de la parte más oscura de la celda
-¿Quién está ahí?- preguntó Caspian acercándose a la voz
-Nadie, solo una voz en mi cabeza- se volvió a escuchar, me levante junto a Ed y loa cuatro nos acercamos
-No le haremos daño- dije para animarlo a salir; una persona con un rostro lleno de arrugas y cubierto de un largo cabello canoso acompañado de una abundante barba del mismo tono se asomó a la luz
-¿Lord Bern?- preguntó Cas
-Hace mucho que ya no soy esa persona- contestó
-¿Es uno de los siete?- Le preguntó Einar y Cas solo se acercó más al viejo
-Me recuerdas mucho a un rey que conocí- le dijo mirándolo curioso
-Era mi padre- le respondió y el anciano se intentó parar rápidamente mientras se disculpaba
-No, no es necesario- le dijo ayudándolo, cuando unos gritos nos llamaron la atención, Edmund y yo nos acercamos a la rendija que había en la parte superior de la celda; podíamos ver una carreta llena de personas gritando, un hombre corría tras de ella pero uno de los que la custodiaban lo hizo caer de un golpe
-¿Qué ven?- preguntó Einar
-Los están subiendo a unas barcas- explicó Ed
-¿Donde los llevan?- pregunté
-Sigan mirando- Nos pidió el viejo. Una vez que la barca zarpó, el cielo se nubló y una especie de niebla color verde surgió de las aguas, rápidamente cubrió a la barca y sus pasajeros y de la misma forma que apareció, se esfumó junto a ellos.
Mis ojos se cristalizaron y un nudo se me formó en la boca del estómago, me alejé de la ventana para acercarme a mi hermano
-Yo la vi, es lo que vi en mi visión- Le susurré demasiado alterada. No podía explicar el porqué me afectaba tanto, el porqué me provocaba tanto miedo. Einar al verme así me abrazó
-¿Kay?- se acercó Ed preocupado
-¿Qué les pasó? ¿Qué fue eso?- preguntó Cas
-Fue un sacrificio-
-¿Qué sabe de esa bruma?- preguntó Einar
-Llegó del este, nadie sabe a donde los lleva. Hace años que los siete hicimos la promesa de destruir su fuente, todos partieron pero, ninguno volvió- Nos explicó
-¿Kayssa? Amor ¿Estás bien?- me preguntó Ed haciendo que me separara de Ei y me acercara a él
-Yo... yo la vi... en mis sueños- tartamudeé
-Si no te logran vender, te mandan a la bruma- agregó Lord Bern
-Tenemos que salvar a Lucy- dijo Ed y segundos después, llegaron un par de esclavistas para sacarnos.

Nos llevaban por la orilla del edificio, estaban intercalado: uno de nosotros y dos de ellos, cuando una voz me hizo fijar la vista en la subasta, era Eustace quien estaba siendo subastado cuando una figura encapuchada soltó una voz muy familiar
-Yo me lo llevaré, es más, nos llevaremos a todos- exclamó dejando en ver su cara, era el capitán con Reepecheep y con esta señal nuestra tripulación apareció y empezó a pelear al igual que nosotros.
Einar y yo estábamos lado a lado, logré patear a un esclavista que cayó del edificio
-Eso tiene las llaves- le señale a uno de vestimenta naranja y él se dirigió hacia él, mientras yo detenía a los que intentaban atraparnos, Einar logró acercarse lo suficiente para ahorcarlo mientras yo le quitaba las llaves. Primero me quite mis cadenas para después liberar a mi hermano
-¿Donde se metieron?- pregunté refiriéndome a los chicos
-Tu tenias que vigilarlos- bromeó pasándome una espada de los esclavistas que había caído
-Había uno para cada uno- reproché
-¡Ahí abajo!- señaló y ambos saltamos de un pequeño balcón para llegar a donde estaban sus majestades
-¡Ed, llaves!- le grite para acto seguido lanzarlas en su dirección; pudimos notar como los habitantes salían para unirse a la batalla y luchar contra los esclavistas haciendo que está no durará mucho.

Una vez todos los esclavistas estuvieron encerrados en los calabozos y haber vuelto a reclamar las islas como parte de Narnia, nos dirigimos hacia los botes. La gente nos recibía con aplausos y gritos de alegría, en frente iban Lucy, Caspian y Edmund seguidos de Azariel, mi hermano, Reepecheep y yo con nuestra tripulación
-¡Majestad! ¡Majestad!- escuchamos gritar a un hombre que se acercaba corriendo, Azariel lo detuvo con sus brazos, me acerqué a él y pude reconocerlo
-Tu ibas persiguiendo la carreta- dije
-Mi esposa fue secuestrada- explicó el hombre, quien venía seguido de una pequeña niña de piel blanca y cabellos castaño
-Está bien Azariel- dijo el rey y Azariel lo soltó
-Déjeme ir con usted, soy un buen marino, pase la mayor parte de mi vida en el mar- le pidió
-Papi, yo quiero ir contigo- suplicaba la niña
-No Gabe, quédate con tu tía- le ordenó y una señora llego para detener a la pequeña, sentía compasión por esa pobre familia
-Claro, acompáñanos- dijo Caspian para continuar con nuestra caminata
-¿Ahora que Cas?- pregunté, esto no estaba en nuestros planes y decidimos llevar la mitad de provisiones que nos ofrecieron ya que no parecían tener mucho
-Ya veremos, tu confía- pidió
-¡majestad!- Nos detuvo el Lord, quien traía una vieja espada cubierta de sal y conchas en sus manos
-Su padre me otorgó esta espada, la oculté durante años en una cueva- explicó
-Es una antigua espada Narniana- reconoció Ed
-Las espadas son siete, obsequios de Aslan para defender Narnia, su padre nos las dejo a nuestro cuidad, es tiempo de que sea suya- agregó el Lord pasándole la espada. Un sentimiento de amargura me recorrió, Aslan les había obsequiado, el simple hecho de que haya pensado en ellos en vez de en sus propias creaciones, quienes teníamos milenios de experiencia me ponía mal.
Caspian tomó la espada con delicadeza y la admiro por un momento
-Gracias Lord Bern, encontraremos a los demás- se despidió y seguimos nuestro camino hacia las barcas
-Edmund- le detuvo el rey y sin decir nada más le entregó la espada, Ed se quedó embobado sin saber cómo reaccionar, me ubique a su lado y entrelacé mi mano con la de él
-Vamos Ed- Lo arrastre hacia las barcas.