Demonios;; Eren Jaeger x Lectora | Shingeki no Kyojin

·•❃•3. Frustración.

Ymir y Christa tenían suerte de no haber salido a la lluvia, a una le tocó clase teórica con su respectivo grupo y la otra asistió a la de artesanía con el armamento junto al suyo también. Ya vestida con un uniforme limpio y seco se dirigió al comedor como si le pesara hasta el alma. A través de una ventana, notó que la lluvia ya se había detenido.

Unas manos pequeñas se aferraron con suavidad a su brazo derecho. Giró levemente la cabeza para ver que se trataba de Christa.

—¡(Nombre)! ¿Cómo te fue en el entrenamiento?

—Pues...

Ymir apareció adelantándose a responderle con otra pregunta.

—¿No estás viendo su cara? —le cuestionó a la rubia y procedió a mirar a (Nombre), alzó una ceja y sonrió de manera ladina. Le causaba gracia cómo su expresión de fastidio hacia la humanidad se hacía nucho más notable en ocasiones, y ese día, era uno de ellos—. Me sorprende que no te hayas muerto allá.

—Tal vez acá sí lo haga por el hambre.

—Ymir, déjala en paz, recuerda que después del desayuno tú también vas a salir a correr con tu grupo y quizá vuelva a llover —defendió Lenz.

La morena puso los ojos en blanco. No era lo mismo, ¿cierto?

(Nombre) exhaló mirando al techo. <<¿Qué haremos después? Ah sí... equitación.>> Luego recordó que en la tarde habría práctica con el equipo de maniobras tridimensionales. Tenían aproximadamente desde inicios de septiembre aprendiendo a manejarlo, debía admitir que al principio la envolvieron los nervios por usarlo, pero aprendió a disiparlos. Ese era el primer día de las dos semanas antes mencionadas, así que tendría que aprenderse los horarios. Su estómago rigió de nuevo exigiéndole que se alimentara de una buena vez.

—Mientras ustedes se quedan aquí conversando acerca de que entrenar bajo la lluvia es una completa mierda, yo me iré a desayunar —declaró, caminando de nuevo. El cuerpo le tembló por eso.

—¿Ahora? —inquirió la pecosa con el único propósito de molestarla.

Ya sabía lo que se venía para la mayor parte del día; una (Nombre) soltando groserías cada cierto tiempo y enseñándole una cara apática hasta a las plantas. Su madre le reprendía ese comportamiento que catalogaba como «inapropiado» allá en Sina.

La joven se detuvo y volteó a mirarla como si estuviera a punto de romperle el cuello, pero mostrándole una sonrisa que tenía toda la intención de lucir forzada y extraña.

—Sí, mujer. ¿Cuándo más?

Ymir dejó salir una carcajada y Christa reaccionó dándole un pellizco en el brazo. Desde la noche anterior las cosas no iban bien: primero, fue castigada junto a Sasha y Marco por algo que los tres no hicieron. Una chica rompió por accidente una ventana de la cocina, gracias a su reacción inmediata que fue huir siendo presa del miedo, se libró del castigo. Pero ellos no, ni siquiera tuvieron oportunidad de escaparse también, apenas el instructor los vio pretendiendo correr y asumió que eran los responsables. De nada sirvió defenderse diciendo la verdad, terminaron lavando platos y fregando pisos después de la cena donde se les fueron importantes horas de sueño.

Pese a ello, el trabajo fue menos pesado cuando decidió iniciar una conversación con sus dos compañeros. Solía hablar con Sasha desde los primeros días y había coincidido con Marco durante algunas clases, así que el rato pasó ameno.