Suele suceder.

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Narra Alec.

- Alec, ¿No irás a la academia hoy? -. Preguntó mi madre desde la puerta de mi cuarto.

- ¿Qu ... que hora es? -. Dije recuperando mis fuerzas.

- Son las 7 ya, ¡avanza! -. Advirtió mamá.

Siempre mi madre agrega media hora más a la verdadera. Casi todas lo hacen. Tomé mi celular que reposaba en mi mesa de noche, lo prendí y por primera vez creo, decía la verdad respecto a la hora.

Me levanté de golpe, aparté sábanas y almohadas, tomé una toalla limpia del ropero, y entré a la ducha, no supe por qué no había sonado el maldito despertador, por lo general solía llegar a la academia 7:30 - 7:35 caminando desde mi casa lo hacía en 15 minutos así que por lo general salía 7:15 - 7:20. Salí de la ducha en 15 minutos, Dios mío no me pude haber hecho más tarde, y justo un día antes del examen. - Maldición -. Pensé. Salí apurado del baño, abrí el ropero, tomé unos jeans, una sudadera blanca, unos tenis blancos y me los puse de inmediato.

Mi padre despertaba por lo general a las 8 o 9 de la mañana. - Así que por lo menos en el desayuno había paz -. Pensé. Tomé dos sándwich de jamón, los metí en mi mochila, tomé un frasco, preparé café para el camino, me despedí de mi madre con un beso en la frente y salí corriendo para encontrar el primer vehículo que me llevase a mi destino.

Encontré un taxi, que me llevó a mi academia, más rápido de lo que creí, para ser exactos llegué a las 7:37.- Dos minutos de retraso no está mal -. Pensé.

Al ingresar, la secretaria era muy cortés y amable, conocía a todos en la academia sin falta alguna, desde el más social, hasta el más tímido, no había persona que se le pasara por alto.

- Buenos días señor Alec, mañana es una fecha importante ¿verdad? -. Dijo sosteniendo mi carnet de ingreso.

- Sí. Afirmé. - Pero todo está bajo control, voy con todo menos miedo -. Respondí.

- Esa es la actitud -. Dijo dibujando una sonrisa en su rostro - Yo sé que puedes -.

Al paso de que me sumergía en los pasillos, no tenía idea de por qué dije eso, no estaba siquiera seguro de mi potencial, claro con un padre qué me deposita toda su confianza, estoy con los ánimos de punta.

Entré al salón de clases, al pasar por el costado de algunos compañeros, pude notar la tensión en sus rostros, el miedo que tenían si no alcanzaban la vacante. Todos los de mi aula, postulan a la escuela de arquitectura, todos los de está aula son mi competencia, y sin mencionar, las otras academias a nivel de la región. Hoy, tomé asiento en la quinta fila, casi todos los asientos estaban vacíos, sentí una gran necesidad de sentarme ahí. Algunos fueron llegando, y mi mente seguía en la meta qué tendría que superar mañana.

- Buenos días alumnos -. Dijo el profesor de turno, el profesor Garden, enseñaba Biología, era muy bueno en su materia.

- El día de hoy, las dos horas que tenemos haremos un repaso práctico, así que vayan avanzando y respondiendo lo que puedan, he aquí todos los temas que hemos tratado en todo el año -. Dijo mientras repartía las separatas por columnas.

Recibí mi práctica, la miré, me imaginé que estaba realmente en el examen, la práctica del profesor consta de 150 preguntas, tenía que hacer mínimo 135 interrogantes.
Tenía una hora antes que el profesor empieze a dictar las claves.
Me concentré, respiré y empezé a resolver.

- Faltan 5 minutos -. Advirtió el profesor. Había dejado en blanco 10 preguntas ya, y me faltaban 5 aún, así que con las fuerzas que me quedaban logré terminar las que restaban. - Ahora todo depende de que estén bien -. Pensé.

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