Capitulo 53

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Pov Harmonie 

me despierto sin ánimos como cada dia de las últimas tres semanas, me permito disfrutar de la sensación de las suaves sabanas a mi alrededor y de la delicadeza de la seda de mi pijama; no quiero levantarme los mareos y dolores de cabeza de esta semana me tiene muerta, pero con pocas ganas y mucha flojera me levanta y dejando mi mente en blanco me doy una larga y relajante ducha para quitar el olor a muerte de mi cuerpo, enserio ni yo me soporto estos últimos días y creo que e subido algunos buenos kilos, mi ya para nada plana barriga puede dar fe de ello; bueno aunque antes no era tan plana pero definitivamente ahora ni aguantando la respiración deja de  verse mis michelines.

me cambio con la primera ropa que encuentro en mi closet y tomando un cepillo me siento en la silla del tocador y empiezo a desenredar mi cabello, mi menta se activa como siempre y mis ojos se ponen llorosos como todos los días desde que recupere mi mente.

me siento terrible no porque los recuerdos a lo largo de estas tres semanas sean terroríficos, al contrario; aunque debería estar asqueada y furiosa por todas las acciones que hice mientras estaba en poder de ese maldito híbrido. En mi mente solo se reproducen una y otra vez todas las veces que estaba complacida y lo excitante que fue estar a mercer de el. 

Definitivamente debo estar loca si mi cuerpo vibra cada vez que evoco esos recuerdos en el que mi subconsciente grita una cosa pero mi cuerpo hacia otras, estoy aterrada porque placentero o no, todo pasó bajo los efectos de ese maldito hechizo que me vuelve su esclava y que drena poco a poco todo lo que soy. 

observo mi reflejo en el espejo frente a mi,  las marcas de mis venas están casi por completo desaparecidas, un efecto secundario de la poción que me hicieron tomar para rescatarme del embrujo de mi mente "por lo menos ya no pareces un monstrito con todas las venas de tu cuerpo brillando en intensos tonos azulados, verdes y morados" 

por otro lado el que puede que no se recupere completamente es mi cabello, los mechones que antes estaban de color negro se han vuelto de un delicado tono dorado, lila trata de convencerme que es genial tener una mezcla de blanco y dorado en tu cabello; según ella me veo mas cool y a la vanguardia, pero para mi solo es otro recordatorio más de todas las violaciones que e sufrido interna y externamente

-no puedes cambiar tu pasado, pero sí mejorar tu presente harmonie-suspiro derrotada y veo en mi reflejo aparecer una sonrisa- ahora es cuando debes demostrar que eres fuerte- mi sonrisa se agranda con mis palabras y haciendo un asentimiento hacia mi reflejo me levantó del tocador

-ya pensaba que me tocaba llamar a los bomberos o a una funeraria- me sobresalto al escuchar la voz de mi hermano

-idiota¡- le grito con mis manos justo sobre mi corazón-  que no sabes lo que es la privacidad?

-que privacidad, se todo de ti; te conozco desde que andabas solo en pañales y llena de mocos

-cállate¡- gruño molesta 

-y yo que pensaba que era tu hermano favorito- dice mientras hace raros movimientos como si hubiera apuñalado su corazón

-eres el único y canzon hermano que tengo- le digo obvia mientras me acerco a la puerta, gruño cuando me bloquea la salida y antes de que pueda decirle algo me agarra por los brazos y me encierra en un abrazo- suéltame idiota- le gruño mientras me remuevo, pero el solo me abraza más fuerte. Lucho por un rato más pero no me suelta así que me rindo. 

-vez no fue tan difícil- murmura mientras acaricia mis cabellos 

-te odio- digo con un nudo en mi garganta "maldito"

-no me amas- dice a la vez que dejo salir unas pocas lágrimas y me abrazo mas fuerte a él- somos como uña y mugre, entiendo porque estás evitando a todos, estas avergonzada mi solecito y profundamente dolida, pero escucha; nada de lo que pasó es tu culpa- me tenso un poco ante sus palabras- si¡¡... como escuchastes, no es tu culpa que un loco se aproveche de ti me oíste? , no voy a permitir que te hundas en un pozo de melancolía y autorreproche por algo que no estaba en tu control 

LUNA DORADA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora