Capítulo 3: El demonio dormido.

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Capítulo 3: El demonio dormido

No volví a acercarme a él, una parte de mí aun tenía miedo, aún seguía sin poder explicarse lo ocurrido, recordando el pasado, algo en lo que no solía pensar: la muerte de mamá.

Cuando mamá murió, cuando el auto cayó por el barranco hacia el río, cuando sobreviví misteriosamente... algo similar sucedió esa tarde.

Cerré los ojos, pensando en esa tarde, haciendo todo lo posible por recordar, poniendo todo mi empeño en ello. Le vi entonces.

Mamá conducía hacia Sandvika, mientras yo miraba por la ventana. Estaba nevando, y la música que sonaba en aquel momento era agradable. Me encantaba la forma en la que la nieve cubría todo a nuestro alrededor de un espeso paño blanco, era como si estuviésemos en el cielo, como si...

La radio comenzó a emitir sonidos extraños, a cambiarse de emisora en emisora, haciendo que mamá se quejase al respecto. Y entonces sucedió, una figura apareció en mitad de la carretera, haciendo que mamá frenase de golpe, con tanta fuerza, que el auto patinó un poco, pero logró hacerlo, justo antes de atropellar a aquel hombre que se había materializado de la nada.

Mamá miró horrorizada hacia delante, observando como el hombre levantaba la palma de la mano hacia arriba, haciendo que el cierre de seguridad del coche se echase, y por más que intentamos abrir las puertas, no pudimos hacerlo.

- Agatha – llamó mamá, horrorizada, mientras yo me asustaba, y aquel hombre perdía la maldad que había inundado su cara. Su rostro se relajó, y caminó hacia el auto. A cada paso que daba nuestros corazones se iban encogiendo, más y más, tremendamente aterradas.

Las puertas traseras del auto se abrieron de golpe, haciendo que el frío del exterior calase en mis huesos.

El hombre se detuvo frente a la puerta y se agachó para observarme. Esos ojos... nunca podré olvidar esos ojos verdes, tan claros como el mar.

Levantó la mano, cediéndomela para que la agarrase, como si quisiese que fuese con él, mientras mamá miraba hacia él, horrorizada.

- Agatha – me llamó él, haciendo que mamá, negase con la cabeza al percatarse de que era él, después de todo aquel tiempo seguía siendo igual de joven, como si el tiempo no hubiese pasado para él.

- ¡No! – gritó mamá, agarrándome del brazo, para que no pudiese irme a ninguna parte.

- Agatha – repitió él, mientras mamá negaba con la cabeza – ven conmigo.

La forma en la que me miraba era extraña. Por un momento sentía que le conocía de algún lugar, aunque no podía recordar dónde le había visto.

- Por favor, Arr – llamó hacia él, haciendo que este hiciese una mueca, haciendo que una cicatriz que no había tenido antes se materializase en su rostro por un momento, para luego volver a desaparecer sin más – no te la lleves – imploró.

- Veinte años de suerte, eso fue lo que te di – le dijo él, haciendo que mamá negase con la cabeza – un tonto como esposo, eso fue lo que te di – proseguía, mientras mamá comenzaba a derramar lágrimas silenciosas – una hija con otro, eso fue lo que te di – concluyó, para luego mirarla, enfadado – a cambio sólo pedí una cosa, pero nunca me la diste, Fei.

- Te lo daré – aseguró ella – te prometo que lo haré – insistía, pero él negó, como si no pudiese creer en sus palabras – Arr...

- Agatha – volvió a prestarme atención, acercando su mano hacia mí un poco más – ven conmigo.

- No, por favor – pidió mamá, tirando de mi brazo para alejarme de él – no la uses a ella para tus fines, es inocente, no tiene nada que ver con todo esto.

IVAR | COMPLETA | ¡YA DISPOBIBLE EN BUENOVELAS!Where stories live. Discover now