Pandemia de la felicidad

No confíes en el

Esa misma noche empecé mi investigación, al parecer y según los papeles había estado averiguando sobre clínicas y hospitales psiquiátricos de la ciudad, y fuera de la ciudad, Francisco había prometido ayudarme pero yo no estaba segura de querer sacar a mi hermano de la cárcel, pronto se hizo de día y papá no aparecía, decidí dormir un rato puse la alarma a las 11 am, cuando desperté baje a buscar a mi padre pero el no estaba y los papeles tampoco,¿ quien se había llevado los papeles?, ¿dónde estaba mi padre?,¿ por qué estaba el cuarto de Gabriel todo revuelto?, necesitaba respuestas iba a ir a visitarlo, me lave la cara y me cambie, Salí corriendo a tomar el colectivo que me llevaría a mi lugar de destino. Al llegar allá los policías me dijeron que no me podían dejar hablar con él, el corazón se me salía del pecho ya no me quedaban pastillas, si alguien con el virus se me acercaba podía generar demasiadas cosas en mí, más de las que tenía generalmente, entoces viene corriendo y me atrapa

_NO CONFÍES EN EL, NO CONFÍES EN EL! _me grita Gabriel

_En quien_ le digo mientras se lo llevan.

_ella esta vivaaaa... _ y lo suben a una patrulla y se lo llevan.

Que no confié en quien? En Francisco? Me quedo pensando, ¿que ella esta viva?, acaso esta hablando de mamá, de repente una persona llorando se me acerca y veo que vienen corriendo por mi pero nunca llegan a atraparme, solo corren y corren hacia mi, me desmayo.

Cuando despierto estoy en una clínica de la ciudad, según Lisa la enfermera, al parecer me había quedado sin medicación y estaba alucinando, paranoica,

_Vas a tener que estar 7 días aislada, tomando tu medicación, trata de no preocuparte, así vencemos al virus mas rápido. Y ahí paso los 7 días en una habitación blanca con libros que saco de una pequeña biblioteca pensando en quien no debo confiar.