Prólogo

25 2 0
                                    

Contemplé el cielo arriba de mi, se le veía tranquilo a pesar de que pareciera estar a punto de romper en un terrible diluvio.

Llorando en tus brazos te supliqué que me dieras un nuevo aliento de vida, una esperanza al menos, algo que me ayudara a sanar las heridas que los prejuicios provenientes de mentes podridas me han provocado.

¿Recuerdas que me dijiste?

No lo recuerdas, por su puesto que no porque no dijiste nada. Tan increíble como parece, esos dulces labios que antes me sabían a gloria ahora me hacían probar el veneno de su silencio.

Me echaste la mirada que se le da a un pobre enfermo leproso, fuiste pronta para juzgar mis pecados pero no para escuchar mi arrepentimiento. 

La fuerza se iba de mi cuerpo y como sostén necesitaba tus brazos mas como si fuera la peste me apartaste de tu lado.

¿Qué te hice yo para ser rechazado de ese modo?

Nos juramos amor eterno ese día que decidías darme tu inocencia. Nos juramos una vida juntos. Nos juramos protección y cuidado. Yo te dí todo de mi, mi cuerpo, mi alma y mi corazón. No me importó cuanto tuviera que soportar con tal de saber que eras feliz a mi lado.

Y a ti no te importó.

¿Ya no me amas?

Por supuesto que no. Se nota a lo lejos, ya no soy importante para ti como antes...

Ya me lo esperaba, ¿Sabes? Sólo que... yo quería creer... que podía ser real, que tú me amarías como el monstruo que soy, creí... que podía ser feliz...

¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea!

Eras lo único bueno en toda esta escoria. Pero ahora veo que también estas podrida.

Un favor, solo uno te pedí y ni siquiera fuiste capaz de lograr eso.

¡No te atrevas a acercarte a mi! ¿Qué mas quieres de mi? Ya no tengo nada que ofrecerte, me lo has quitado todo. ¡TODO! 

¿Recuerdas cuando dijiste que no serías una gran guerrera hasta que destruyeras el corazón de tu enemigo? ¡Pues felicidades! Denle el gran trofeo de reconocimiento a ésta que se ha encargado de romperle el corazón al hombre que más la amaba.

¡Maldito el día que me enamoré de ti! ¡Maldito el día que naciste! ¡Maldita tú!

The Lost kingdom: Caminos SecretosWhere stories live. Discover now