Ella sabia lo que me pasaba ¿cómo?, tal ves era por el tiempo que pasaba aquí en la enfermería que ella se dio cuenta.

— No estoy loca ¿verdad? — dije asustada y al borde del llanto me senté en la camilla en frente de la de Hermione.

— No, no lo estas... — no deje terminar a Madame Pomfrey.

— Lo vi, se que hay en la cámara de los secretos — dije rápido y segura de mis palabras, unas lagrimas amenazaban con salir de mis ojos.

— Merlín, Selene... — dijo asombrada de mis palabras.

— Sabia que le iba a hacer daño a Hermione, pero no podía hacer nada, no puedo hacer nada, me siento impotente... y culpable — esta vez no puede retener las lagrimas.

Sentí unos brazos a mi alrededor, Poppy me estaba abrazando, mientras trataba de consolarme.

— No es tu culpa Selene, no eres la responsable de nada y tampoco es tu obligación; el mundo es muy pesado para llevarlo sola sobre tus hombros mi niña — dijo mirándome a los ojos.

— No se que hacer Poppy, tengo miedo — hable y me sorprendí de que eso saliera de mi boca.

Escuche los pasos de alguien acercarse y me asuste, Poppy volteo a ver quien era, era la profesora McGonagall, ¿me abría escuchado?

— Señorita Malfoy, ¿que hace usted aquí? — dijo la profesora McGonagall, parecía que no me había escuchado.

— Nada, vine por una poción para dormir, he estado con insomnio — hable tratando de se notara que había estado llorando.

— Solo eso, me imagino — dijo McGonagall con tono de pregunta.

— Si, solo que Madame Pomfrey me dijo que no tiene pociones aún, así que volveré mas tarde — dije mientras salia rápido de la enfermería, mi cabello había cambiado de color a celeste mientras lloraba así que corrí al baño para tratar de regresarlo a su color antes que alguien mas me viera.


La tarde continuo tranquila dentro de lo que cabe, a la mañana siguiente tampoco pude ir a ver a Granger, Potter y Weasley siempre estaban ahí, quería ir a ver a ver a Hermione pero no sabia como, tendría que ir hoy en la noche, creo que le pediría ayuda a mi hermano, total me debía un favor.

La hora de la cena había llegado, era mi hora de decirle a Draco que me acompañara a la enfermería después de la cena.

Agarre a mi hermano del brazo no tan delicadamente al parecer porque el se comenzó a quejar.

— Selene, que tienes, me duele tonta — dijo chillando cuando lo solté, estábamos a unos dos pasillos del gran comedor, decidí traerlo a rastras después de no me hacia caso.

Que pensaban, que se lo diría en plena cena, no, si hacia eso mas personas se enterarían y eso no estaba en mis planes.

— Que exagerado eres Draco — hable molesta, no lo había agarrado tan fuerte, mi hermano me miro molesto.

— ¿Qué quieres? — dijo de mala gana.

— Te acuerdas que me vedes un favor — dije afirmando mis palabras.

— ¿Así?, no lo recuerdo —dijo asiéndose en tonto, le mande un golpe en el brazo.

— Que agresiva estas, si, si me acuerdo — hablo Draco mientras se sobaba el brazo y yo le dedicaba una sonrisa.

— Me acompañaras esta noche a la enfermería — dije con firmeza; la cara de mi hermano cambio radicalmente, lo había asustado, que conste que esa no era la intención.

THE TRUTH AFTER THE LIE- Fred Weasley (I)Where stories live. Discover now