11. El Príncipe Y La Otaku

Start from the beginning
                                    

No quería decir nada a mi familia todavía, conociendo al viejo haría algún drama de que debería casarme con una mujer de Oluwa y todas esas tonterías, así que las primeras semanas me dediqué a preparar todo para mi bebé.

Pero entonces.....

—¡Aron!

Una noche Kira me despertó a gritos y vi que se estaba desangrando, desesperado la llevé en brazos al carro más cercano y fuimos al hospital.

Kira sufrió un aborto espontáneo.

Fue el segundo golpe más doloroso que me dio la vida luego de la muerte de mi madre.

Pero Kira era quien sufría más, cuando supo la noticia lloró desesperada por horas mientras yo solo pude abrazarla llorando en silencio ¿Qué hicimos para que pasara esto?

Los doctores dijeron que era muy arriesgado para ella volver a quedar embarazada así que tuve que dejar mi sueño de ser padre a un lado por el bien de mi esposa.

Unos días después tuve que ir a una reunión con el viejo y mis hermanos pero estaba tan perdido en mi dolor que apenas hice caso, cuando salí Ace se acercó y me preguntó que pasaba.

—Tienes la mirada de alguien que ha perdido algo muy valioso.

—No es su problema Alteza —no tenía ganas de escuchar sus palabras hipócritas, solo quería volver con Kira y abrazarla con todas mis fuerzas.

—Aron.....—no dijo nada más y me fui.

—Si necesitas hablar puedes decírmelo—mientras salía del Palacio me topé con Aras—. No sé lo que te pasó pero no tienes que lidiar con esto tu solo.

Estaba apunto de decirle que se fuera a la mierda, él ni siquiera tenía una pareja, de hecho ni siquiera estaba interesado en nada ¿Qué coño iba a saber él? ¿Cómo iba a entender mi situación?

Volví a casa y vi a Kira arropada en la cama, me acosté a su lado y la abracé incapaz de hacer o decir nada más. 

Mi esposa estuvo en depresión por varios días, intenté ayudarla pero solo pude calmarla un poco. Entonces casi dos meses después tuvo un ataque de ira y se puso a romper todo lo que encontró a su paso.

—¡Kira!

—¡¿POR QUÉ LO PERDÍ?! ¡TUVE MUCHO CUIDADO ESOS DÍAS! ¡QUERÍA TENERLO!—comenzó a romper los adornos del cuarto y traté de detenerla—. ¡¿POR QUÉ HAY TANTAS PERRAS QUE QUIEREN MATAR A SUS HIJOS Y YO QUE QUERÍA TENERLO LO PERDÍ?! ¡¿QUÉ COÑO HICE PARA QUE PASARA ESTO?!

En eso tomó unas tijeras y temiendo que tratara de cortarse las venas la agarré de las manos recibiendo un corte en el brazo, nos quedamos quietos viendo la sangre que caía por la herida y eso la hizo entrar en pánico.

—¡Dios mío, Aron!—gritó asustada—. ¡Perdóname por favor! ¡Yo..!

—Tranquila, esto es nada en comparación a lo que viviste— le dije buscando algo para tapar la herida—. No te preocupes cariño.

Nos abrazamos y ella lloró un rato, luego corrió a buscar el botiquín y me ayudó a vendarme la herida.

—Todo está bien—le dije—. No vamos a rendirnos en tener una familia.

Eso le dije pero ya había investigado para adoptar un bebé y resulta que por el simple hecho de casarme con una extranjera automáticamente no teníamos derecho a adoptar y no podía volver a salir de Oluwa al menos mientras el viejo siguiera viviendo para adoptar en otro país. 

—.........Hagámoslo de nuevo

—¿Eh?—no esperaba que dijera algo así, pero ella me miró y tomó mis manos.

El Príncipe y El Esclavo 2. Mi Eterno EnamoradoWhere stories live. Discover now