B) De palacios situados en un lugar muy, muy lejano.

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B) De palacios situados en un lugar muy, muy lejano.


Deslizo los dedos por las teclas del piano en un grito de angustia. La música que se escapa es la fuga de todos esos lamentos que se esconden en algún rincón de mi cabeza. Si yo fuera una nota musical sería un do o un mi muy desafinado.


Algo no está bien conmigo.


Todo eso que me llenaba de expectativas se ha vuelto vacío y sin sentido. Y tengo continuamente la sensación de estar siempre en un segundo plano. Las composiciones no salen con facilidad y el vaso de sojú a un costado poco sirve para llamar a las musas.


Un mensaje llega a mi móvil. La chica que debía reconfortarme me asalta con reproches por mi nulo espíritu detallista. Por - según ella - lo poco afectivo que soy.


Y entonces es cuando busco desesperado un escape en mi cabeza.


Ojalá pudiera esconderme en una casa lejana, en algún lugar, quizás el campo, mandar todo al diablo y ocultarme entre arbolitos. Si la idea no fuera ridícula y difícil de llevar a cabo, ya estaría a un paso de convertirme en ermitaño.


A veces me pasa así.


La nostalgia por algo que no sé describir me golpea de imprevisto. Es como si alguien lejos estuviera triste también y yo pudiera sentirlo. Y todo esto no son más que tonterías.


Debo dejar el sojú o terminaré con ideas aún más raras.


Mi manager llega y comienza con una perorata sobre mil actividades pendientes. "La promoción es esencial para que te conozcan mejor", dice, pero ya no sé si yo realmente quiera eso.


Hay quien dice que mi carácter es muy difícil.


Y quién piensa eso olvida que los artistas por lo regular somos volubles, somos entes extraños muy dados a la depresión.


Aunque también hay quién dice que yo invento esas cosas en mi cabeza.


En mi muy colorida cabeza.


Pero la música se escapa y necesito una musa, una inspiración. Algo que sacuda de raíz ésta inercia en mi pecho qué me mueve como autómata. Y estas sensaciones se parecen tanto a la tristeza.


Pero no debería estar triste.


Me dedico a lo que quiero, tengo estabilidad económica y más de una chica caería rendida ante mi sonrisa. No por nada me describen como un príncipe.


Bah.


Pienso.


Entonces ¿qué es lo que pasa?


La infancia es el único momento de la vida donde todo parece más fácil, sin tantas complicaciones. Quisiera tener la osadía que tienen los niños y se lanzan a hacer cualquier cosa sin pensar en riesgos ni en qué sucederá mañana.


Quiero huir. Escapar por unos días de todo, de todos y hasta de mí mismo.


La música es sorprendente, pero me gustaría encontrarla en su estado más puro.


*********



La idea no deja de rondar en mi cabeza. Mi manager me dice que la promoción se pospuso y tendré algunos días libres (bastantes si lo pienso bien). La noticia debería alterarme porque el tiempo es precioso y dar a conocer mi música ha sido mi más grande interés hasta ahora; sin embargo, siento como si me hubieran quitado un peso de encima. Hay una palabra que se repite constante en mi mente; "Huye". Y me siento tentado a hacerle caso.


- Tomaré unos días de vacaciones. – Le digo a mi manager y el por un momento deja en paz lo que ha estado haciendo y me mira con algo de sospecha.


- ¿Qué pretendes?


- Descansar, eso es todo. – Digo sin querer dar más explicaciones.


Él se rasca la barbilla, dudando en acceder. Tal vez presienta que por mi carácter pueda hacer algo realmente excéntrico que afecte mis intereses y por supuesto, los suyos también. - ¿Y a dónde piensas ir? ¿A Jeju?


Niego. – Me gustaría visitar el extranjero.


Entrecierra los ojos. Algo le dice que mi estado anímico no está del todo bien. Ha tenido que lidiar muchas veces con eso. - ¿Japón? – Pregunta. Con un poco de duda.


Hay un mapamundi pegado en mi pared, lanzo un dardo sobre él y el azar lo hace elegir cierta parte del mundo. - ¿Ese país de Latinoamérica?


- Sí.


- No juegues conmigo, apenas te entiendes con el inglés, con el español eres un desastre.


- He tomado algunas clases. Tampoco pretendo hablar mucho.


— No Young Saeng, definitivamente no.


Y parece ser su última palabra, pero ¿cuándo yo pedía permiso para algo?



*****


N/A: Ya sé que Saeng es un flojucho con los idiomas, pero imaginemos que podrá manejarse con el español.

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⏰ Last updated: Mar 04, 2020 ⏰

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