Taehyung soltó la mano de Ji Han cuando notó la mirada gélida del hombre tatuado.

—¿No quieres sentarte conmigo, Taehyung?—Cuestionó mirándolo por el retrovisor, sus ojos estaban fijos en él y se sentía desnudo ante el nerviosismo.

—Sí..quiero, Gguk. —El pelirrojo balbuceó torpemente saliendo de los asientos de atrás, Ji Han apretó sus dientes furioso. Jeongguk sonrió de una manera tan malditamente burlona, sabía que se había salido con la suya.

Tomó la mano de Taehyung mientras que con la otra conducía y sin más el mercenario emprendió marcha de vuelta a Seúl, de vuelta al principal lugar donde comenzó todo.

D E E P  W E B.
...

—Diablos, qué asco. Maldito Kim Seokjin y su intolerancia a mi comida. —Se quejó Park agotado dejándose caer en el sofá, por fin estaba todo limpio en el sótano después de que al estudiante se le ocurriera la idea de vomitar su maravillosa comida y claro que después de que también lograra darle un puñetazo para que calmara su crisis de esquizofrénico loco. —¡Oh, he maldecido en todo el día! Padre estaría enojado conmigo si estuviera aquí, soy un maleducado.

Los recuerdos llegaban a la mente del grisacéo como si fueran destellos cegadores, no supo cuando pero ya se encontraba recordando todo, se encontraba recordando a su maravilloso padre.

FLASHBACK.

¡N-No quiero, papá!—El pequeño Jimin de doce años negaba frenético, su padre juraba que era un platillo sublime, que tendría una exoneración por lo maleducado que fue.

—Sabes perfectamente lo que hiciste hoy, Jimin. —Habló ronco el rizado dedicándole una fría mirada, los labios del hombre se curvaron en una sonrisa que mostraba sus peculiares hoyuelos. —Has maldecido a tu madre. Yo te enseñé modales, Park Jimin.

—Por favor, padre. No..lo haré de nuevo, seré educado.

El hombre de ojos verdes negó rotundamente acercándole más el platillo en donde descansaba una especie de carne rodeada de guarniciones de verdura y un extraño líquido arriba, Jimin no era tonto a sus doce años y sabía que eso no era carne de algún animal. Hace dos años su padre le llevó un enorme buffet el día de su cumpleaños en donde había todo tipo de platillos con carne un tanto blanda, Jimin estaba feliz aquel día pero después todo se complicó cuando descubrió un sábado de la noche que su padre cocinaba de manera cruel parte del muslo de un chico. No niega que gritó aterrado pero su padre sólo se limitó a sonreírle y decirle que había descubierto su ingrediente secreto.

—No, Jimin. Anda, pruébalo. Sé que te encantará.

—Padre..yo no..—Balbuceó observando la comida, se aferraba a negarse, claro que lo hacía. ¿Pero por qué de repente las náuseas ya no estaban? ¿Por qué tenía una gran ansiedad de probar lo que veían sus ojos?

—Serás limpiado, Jimin. Tu sucia boca ya no dirá ni una palabra más, serás educado.

El pequeño miró a su padre aún sonreírle, tragó saliva dirigiendo su vista de nuevo al platillo. Sin esperar más tomó el tenedor y se llevó la comida a la boca ante los aplausos de su padre.

—Eres puro, Jimin. Eres puro.

FIN DE FLASHBACK.

♯❚ 𝐃𝐄𝐄𝐏 𝐖𝐄𝐁. | KTH VHAREM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora