ɪɴꜰɪᴇʟ (ᴡᴀɴɢxɪᴀɴ)

Capítulo 7

Lan XiChen

—Ella no puede tener hijos, ese embarazo es falso — tenía la voz rota, pero desde que dijo: ella no puede tener hijos otra cosa en mi se rompió — sabía que yo era medico y leí unos análisis que ella se hizo, no puede tener hijos, te ha mentido.

—¿Qué?

—No sé la razón por la que te mintió, pero no puede, es por eso que ustedes después de mucho intentar no pueden, lo siento.

—¿Por qué?

—Eso es algo que le debes preguntar a ella — respondió Wen Qing — lo siento — repitió, pero ya no la escuchaba.

Después de despedirme de ella, me dirigí a casa, todo tenía sentido y a la vez no, todo era confuso y a la vez tan claro.

—¿Dónde estabas XiChen? —Qin Su estaba parada en la puerta — te estábamos esperando — y tocó su vientre.

—¿De verdad? — no pude evitar el sarcasmo — ¿Ambos?

—¿Sucede algo? — ella fingía preocupación.

—¿Cuánto tiempo vas a seguir con esto? Digo, ¿Cómo nacerá algo que no existe? — cubrí mi rostro — no escogí a GuangYao porque creí que era lo mejor para ambos — se culpaba — amé a tú hermano, pero creí que la mejor opción eras tú, una mentirosa.

—¿Quién te dijo? — su mirada dulce cambio — fue la estúpida de Wen Qing ¿verdad?

—¿Eso importa? — era el colmo de la desgracia —estoy en un punto del enojo, que no quiero tomar una decisión que después lamente, pero está mentira es un asco incluso para una dama como tú.

—No entiendes ¿verdad? —ella limpio con furia aquellas lágrimas — si yo no te daba un hijo, me iba a suceder lo mismo que a Madame Lan. Ibas a tener un hijo con otra mujer, y lo tendría que criar como mío.

—Ella no es Madame Lan, mi madre lo es, porque a la única mujer que ama es ella — aclaré — y no hubiese sucedido lo mismo porque no lo hubiese permitido.

—Claro que sí, porque ustedes son unos cobardes — me grito llena de histeria — son títeres de Lan Qiren, jamás romperías las reglas ni iras contra él. Ni siquiera tú padre pudo luchar por tú madre.

Solo eran dagas que recibía, dolorosas y reales.

Porque ella solo tenía la boca llena de razón.

—Mañana mismo comenzaré el tramite de divorcio — dije cansado.

—No puedes hacer esto — me detuvo — no puedes irte con mi hermano ahora, no puedes humillarme de este modo Lan XiChen.

—No te estoy humillando y no voy con tú hermano — me aleje de aquella mujer quien solo estaba rompiéndose más — pero esto es un sin sentido que no funcionará.

—¿Es por qué no puedo darte un hijo? — ahora su mirada estaba perdida — si no le decimos a nadie, funcionará XiChen, yo siempre te amé, tanto que estuve apunto de destruir la vida de mi hermano por ti.

—Qin Su — no comprendía.

—Eras el prospecto de marido perfecto, los Lan lo eran — limpio nuevamente sus lágrimas — te quería para mi y te tuve, tendremos un hijo y seremos felices XiChen — ahora actuaba como una loca.

—No Qin Su, no voy a tolerar que jugaste con eso — dije con firmeza — como lo has dicho, dejaré de ser un cobarde, porque aun si los divorcios están prohibidos en mi familia, tú te divorciaras de mí.