Myrtle

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Cuando al despertar abro los ojos tengo que volver a cerrarlos. Todo a mi alrededor es borroso, y ni siquiera parece que esté en mi cama. Una vez vuelvo a intentar mirar mi alrededor creo que empiezo a hacerme una idea de donde estoy, por así decirlo. Por eso es que empiezo a revolverme, golpeando las paredes de cristal que me rodean y gritando sin éxito.

No sé cómo he llegado hasta aquí, siendo 'aquí' un tubo de cristal relleno de lo que creo que es agua en una habitación bien iluminada. Tengo la terrible sospecha de que me encuentro en un laboratorio, sostenida por el extraño aparato que me permite respirar aquí encerrada, y el estado de desnudez en que me encuentro, y no me gusta un pelo. Además, esto de no poder ver claramente por culpa del agua sólo sirve para ponerme más nerviosa.

Me llamo Myrtle Sanders, y creo que me han secuestrado.




No sé si es de día o de noche, no dispongo de ninguna manera en que medir el tiempo más que cuando intuyo la forma de una persona paseando por el supuesto laboratorio. No soy la única persona aquí, creo que hay más encerrados de la misma forma que yo, aunque a veces los saquen de sus cilindros.

No siempre vuelven, y cuando lo hacen no tienen el mismo aspecto. O, quizás, no son los mismos de antes, no es que pueda decirlo cuando el extremo de mi capacidad está en diferenciarlos por los colores que compongan sus formas.

Me llamo Myrtle Sanders y aún no sé que es peor; ver como otra gente va desapareciendo o esperar por mi turno. (1)




Poco a poco, creo que los cilindros van quedándose vacíos. Ya ha pasado varias veces, que la persona de blanco los vacíe y los apague en lugar de rellenarlos otra vez. No me gusta, hace que este lugar se vuelva aún más macabro de lo que ya es.

Me llamo Myrtle Sanders y tengo miedo.




La persona de blanco me sacó hoy de mi cilindro.

Y después me metió algo de una probeta que no sé que és pero dolió tanto que creo que me desmayé.

A menos que haya sido un sueño.

Espero que lo haya sido.

De todas formas, vuelvo a estar en mi cilindro.

Es mejor que si no hubiera vuelto.

Creo.

Me llamo Myrtle Sanders. No sé qué va a ser de mí.




Me llamo Myrtle Sanders y me han vuelto a sacar de mi cilindro, aunque no veo a la persona de blanco por aquí.

Son unos seres con máscaras blancas los que me rodean esta vez.

No hablan, ni tampoco me llevan al otro lado del laboratorio para inyectarme cosas. Uno de ellos me carga a la espalda y me sacan de allí muy rápido.

No veo mis alrededores, está bastante oscuro y lo poco que llego a captar es un borrón verdoso.

Los nervios hacen que me duela el estómago.

¿Quiénes son éstos? ¿Por qué no estaban antes en el laboratorio? ¿Dónde está la persona de blanco?

El sitio en el que estaba antes, ¿era una experimentación sancionada por el gobierno? ¿Qué va a ser de mí?

MyrtleWhere stories live. Discover now