Y como el mencionó, Jimin dejo su lugar para que lo ocupe Taehyung. En principio, no quise, pero el rubio insistió, creo que fue más para arreglar las cosas con su amigo que conmigo. Mala idea. Pues nos desconcentramos, charlamos, reímos y hasta comimos a escondidas, cosas ilegales según la escuela. Y cosas que nunca he hecho.
rebeldes.
no conocía este lado de mi.
El día pasó demasiado rápido, eso sí, estaba sobrada de trabajos por la falta de concentración en las clases, las cinco clases del día.
Tae estaba igual que yo, repleto de tareas. Nuestro plan era terminar todo a tiempo, para así luego tener la semana libre, además, faltaba poco para la esperada cena familiar.
Por la tarde, nos reunimos en una cafetería para así completar los trabajos, después de todo, éramos un buen equipo.
—ya falta poco—Digo escribiendo el último párrafo en mi cuaderno, ahora hacia tarea de lengua.
Note su silencio, por lo que, levante mi mirada para ver que hacia.
—¿Que vez?—Pregunté sonriente.
—Un hermoso rostro—Contesto embobado.
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—¿Terminaste?—agregue.
—E-eh si, por supuesto—mintió y fingió estar escribiendo su nombre en la hoja del trabajo.
—dejame ver—Me incline un poco para mirar su cuaderno, el lo saca de la mesa y lo toma con sus manos.
—Termine de ver a mi hermosa novia.—habló con una sonrisa inocente.
Me sonroja. Nunca pensé que fuera así de coqueto.
—Tienes que terminar, estamos casi a final de año y no hicimos nada en la última clase.—volví a mi asiento.
—Si, lo se—Dice en un suspiro—No me arrepiento de haber estado contigo y no haber prestado un carajo de atención—confesó.
—Tampoco yo—Arrugó mi nariz y sonrió.
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