La vida nos vuelve a cruzar [Segunda temporada de «Tonta Casualidad»]

• Capitulo 1: Alex. •

Enero, 2019.

Ajusté el zoom de mi cámara y la lleve nuevamente hacia el paisaje. La vista en España era hermosa de punta a punta, no hay dudas. Pero después de pasar por Tenerife, decidí venir a Madrid a pasar algunos días junto a mis amigos. Las grabaciones de "Vikings" habían cesado y estaba a la espera de un nuevo proyecto, pero que aún tenía que sentarme a leer bien el guión. Mi representante me dió unos dos meses libres y no pensaba enfocar mi cabeza en eso hasta entonces.
Me he centrado tanto en mi trabajo desde que dejé de ver a Emma, que él está seguro de que unas vacaciones no me vendrán mal.

Mis días después de nuestra separación no han sido fáciles.

Después de nuestra discusión en la casa de su madre, me quedé en Buenos Aires por una semana con la estúpida esperanza de que ella vuelva a hablarme, pero claro...no lo hizo. Cerró todas las cuentas sociales y es probable que su número de celular lo cambió porque no tuve forma de comunicarme con ella. Intenté volver a hablar con ella yendo a su casa, pero nuevamente, quien me atendió fue su hermana y dijo que Emma no estaba en condiciones de verme. Ella había tomado una decisión y yo debía de respetarla.

Tomé mis cosas y me fui directo a Dinamarca ya que las fiestas eran en pocos días.

Claro que la entiendo. Yo mismo me hubiese desquiciado si algo así le sucedía a ella.

¿Que se hagan públicas fotos tuyas acostado con otra persona?

Es entendible que no me diera su perdón.

He intentado estar con otras mujeres, no lo niego, pero todas han sido cosa de una o dos noches, no más. Ninguna me interesa, ninguna me enamora, ninguna me enloquece como Emma lo hizo.

El tiempo que tuve que compartir con Mila fue eterno. Constantemente me buscaba con insinuaciones desubicadas o caricias de más. Me separó de la mujer que amaba, ¿Cómo creía posible que algo surgiera entre los dos?

Su papel de víctima lo usó con todo el elenco de Vikings el tiempo que trabajó para nosotros. Lloraba por los rincones con la excusa estúpida de que yo la había usado, cuando fue ella quien en realidad estuvo feliz por como terminaron las cosas. Me separó de Emma, logró que ella me odie, ¿cómo pretendía siquiera pensar que yo quería verla?

A los pocos meses se mudó a Francia, donde tenía una supuesta gran propuesta de trabajo junto a una agencia de modas reconocida para maquillar a sus modelos. Si era real o no, poco me importó. Imaginen que siquiera fui a la fiesta de despedida que los chicos le organizaron.

En cuanto a los muchachos, sigo en contacto con todos, pero mi relación más cercana es con Marco. Él supo soportar mi mal humor y mi angustia todos estos meses, pero también fue el que me hizo entender que si Emma volvía a mi vida alguna vez, empezar de cero sería lo mejor.

Nuestra relación había sido hermosa, pero ocultarle el detalle la profesión de mi vida por meses, no fue la mejor manera de comenzar y obviamente, lo que sucedió con Mila fue imperdonable.

Sé que fue mi culpa. Fui débil y estúpido.

No confíe en Emma cuando ella siempre me había sido sincera, y derrape con la peor persona que podía hacerlo.

Suspiré y volví a llevar mi atención a la cámara. El cielo se había nublado y creo que falta poco para que, como mínimo, una leve llovizna caiga.

Mierda.

Una muchacha con un largo vestido verde y suelto, un cabello castaño y corto pero oculto tras una gigante capelina blanca se atravesó en medio del foco de la cámara. ¡Así arruinaba mi foto perfecta!