august twenty-six, 1986

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Dos semanas.

Dos semanas pasaron desde que había roto con ella. Dos semanas desde que el pequeño chico de ojos avellana se sintió aliviado, mostrando felicidad por primera vez en mucho tiempo. Y dos semanas desde que le propuso a will hacer una pijamada en su casa.

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"Mike." Dijo Will, una sonrisa en su rostro. El chico de cabello azabache levantó la mirada, poniendo sus ojos en blanco. "¿Qué?" Preguntó, jugando con un coletero que encontró en el suelo hace unos minutos.

Ambos chicos se sentaron en el sótano. Will en el sofá, sus manos entrelazadas tras su cuello, el otro en una silla frente a él, estando nada más que aburrido. Will había llegado hace dos horas esta vez, y no hicieron nada más que estudiar para un estúpido examen que tenían esta semana. Bueno, Will intentó explicarle las cosas que no entendía, y Mike intentó escuchar- pero no comprendía algunas que el castaño decía, así que solo se quedó mirando a la pared o al suelo la mayoría del tiempo.

Will estaba molesto. Por supuesto que quería pasar tiempo con él, pero a veces su amigo era demasiado terco como para escuchar.

"Vamos, dijiste que necesitabas ayuda con Geometría. No puedes solo sentarte ahí y no hacer nada." El más pequeño respondió, intentando darle a su amigo una mirada enfadada que no funcionó.

Mike dejó salir una fuerte risa, tratando de cubrir su boca con su mano derecha. "¿Esa es? ¿esa es la mirada más furiosa que puedes darme, Byers?" Lo molestó, aún riendo. El castaño rodó los ojos y volvió su atención a la mesa, buscando una tarea que Mike pudiera hacer (pero que no haría).

Su amistad era especial para ambos chicos ―así era exactamente como se sentían. Mike y Will siempre se contaban todo cuando eran más pequeños (se conocían desde el jardín de niños), hacían bromas, reían el uno del otro y Mike estaba seguro de que Will nunca se enfadaría con él por burlarse. Él amaba la risa de Mike, o si simplemente estaba feliz― amaba todo de él.

Will no podía recordar un momento en el que no estuviera enamorado del chico que tenía delante. Cuando Mike y El estaban juntos, siempre fingió que todo estaba bien, porque entendía. Entendía el amor de Mike por El, Will la adoraba, incluso si no habían hablado mucho.  Siempre pensó que era una persona agradable y sabía lo que Mike vio en ella, aunque no le gustaran las chicas.

Will nunca pensó que Mike pudiera notar sus miradas de reojo con celos cuando se abrazaban o cuando él le daba un beso en la mejilla a ella, sonriéndole, sus pecas brillando a la luz del sol cuando se sentaban afuera. Pero lo hizo.

"¿Podemos parar de estudiar y hacer algo diferente?" Preguntó el chico Wheeler, golpeando poco a poco el hombro de Will con su pulgar.

El más pequeño agarró la mano de Mike, bajándola despacio, lo que causó mariposas en los estómagos de ambos. "Claro" respondió, sonrojándose. "¿Qué quieres hacer?"

Para ser exactos, Mike no tenía ni idea. Él solo quería parar de estudiar dado que no estaba prestando atención de todos modos.

"Ugh, no lo sé, quizá solo hablar, ya sabes, como solíamos hacer." Respondió Mike, mirando fijamente a la mesa frente a ellos, no atreviéndose a mirar a Will.

"Pero si me hablas casi todos los días." Will parecía claramente confundido.

En realidad se preguntaba por qué Mike le pidió que hicieran una pijamada, no han hecho una en casi un año. Se distanciaron un poco ㅡpor ciertas razones. Pero ahora, se sentía como si nunca se hubieran separado, ambos se sentían felices, cómodos entre sí. Will esperaba que pudieran quedarse aquí para siempre, hablando sin preocupaciones.

Agosto; byler.Where stories live. Discover now