Luz Verde

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Medio dormido, medio despierto, me remuevo lo más que puedo entre las sabanas tratando de encontrar una posición cómoda y alejada de los rayos del sol que entran por mi ventana, haciendo que, sin querer, acabe cayéndome de la cama y dándome de bruces contra el suelo. 

- ¡Ay!- dije mientras me sobaba la nariz y me sentaba en el suelo- Creo que me la he roto-

Poco a poco trato de deshacerme de la pereza, aunque ya se me ha ido toda con el tortazo que me he pegado contra el suelo.

Me estiro con cuidado, froto mis ojos varias veces para espabilarme, me quito las legañas que puedo y bostezo reiteradamente. 

Suelo levantarme pronto prácticamente todos los días. No suelo tardar mucho en levantarme cuando suena la alarma, pero en estas cuatro últimas semanas he estado durmiendo más de la cuenta y a lo que estoy acostumbrado debido a mis entrenamientos. 

He continuado con ellos, tanto físicos como mentales desde que hace dos semanas me enteré de quién soy y cuan importante en teoría soy. Yo me sigo sintiendo el mismo chico de siempre, pero es verdad que he cambiado tanto interna como externamente. Puedo ver qué hay más allá de 1 km y escuchar conversaciones muy bajas y a mucha distancia. También, de la nada, se hablar idiomas conocidos como el francés, alemán o ruso; y otros idiomas como el Arie o el Moscat que son los dos dialectos más comunes de Luxum.

Físicamente también he cambiado un poco. Mis ojos gradualmente han pasado de un gris muy fuerte a un gris prácticamente pálido, y mi pelo ha ido adquiriendo una tonalidad más blanquecina. Eric dice que es porque poco a poco, y al ir sacando mis habilidades y recuperando poco a poco mi memoria, mi verdadero yo está saliendo a la luz. 

La vida no ha sido muy fácil para mí estos últimos días. He estado practicando cuatro horas diarias de lunes a viernes y unas ocho o nueve horas los sábados y domingos toda clase de destrezas: desde combate cuerpo a cuerpo, tiro con arco en todas las distancias y condiciones, lucha con espadas, dagas y lanzas; primeros auxilios, como suturar una herida, como extraer una bala de cualquier extremidad del cuerpo, todas las plantas que existen en Luxum para realizar un antídoto o calmantes...... Y podría seguir así hasta una hora. No entiendo la insistencia que tienen en enseñarme lo antes posible. Eric me dijo que ahora que sé mi secreto y el del resto soy más fácil de detectar. No me dijo cómo ni porqué, solamente me dijo que solo eso necesitaba saber por ahora.  

No solamente he aprendido cosas físicas, sino también todo lo relacionado con mi mundo y con Luxum. Tía Em y Sky, son mis profesoras en materias como la detección de cambiantes o cambia formas, el Códicex e incluso acerca de todas las clases sociales y todas las familias reales de Luxum. 

Por lo que me han dicho, existen cuatro casas en Luxum y que cada uno de nosotros pertenecemos a una. 

Jake, por lo visto es hijo del actual Rey de Ignis, Lennox Ignis. Jake tiene dos hermanos mayores: Abel y Sara. No recuerdo mucho de ellos, pero sé que tenían cuatro años más que yo cuando desaparecí. No me acuerdo ni de sus caras ni de nada relacionado con ellos. Sin embargo, si me acuerdo de la madre de Jake. Se llamaba Alexa Arenams, reina de Arenams. Ambos reinos estaban unidos por matrimonio. No era del reino Ignis sino que era de un pueblo pequeño de Arenams. Arenams es otro de los cuatro reinos de Luxum. Está situado en una zona montañosa y selvática que prácticamente nadie sabe guiarse en ella. Solamente lo saben los nativos de allí. Casi nadie ha visto la fortaleza o en el castillo. 

La madre de Jake por desgracia murió en el ataque que sufrió Glacius, mi ciudad natal, el día que nosotros escapamos.

Alexa, al morir, dejó el trono en herencia a su hermano Sorin hasta que sus hijos fueran mayores de edad y estuvieran preparados.

El Principe PerdidoWhere stories live. Discover now