Esto era una locura. Esbocé una sonrisa y miré sus labios. Al igual que él, mi mano cogió la suya, en la que se encontraba mi anillo. Aunque estaba cerrada, tenía la oportunidad de recuperarlo.
No dudé más y me acerqué a sus labios, pero no estaba tan loca como para besarlo ahí, entonces lo besé en el mismo lugar que él a mí.
Él cerró sus ojos y fue abriendo su mano, dejando caer el anillo en la mía. Me separé de él y vi una sonrisa en sus labios, ahora era el momento de librarme de él.
T/n:-susurré cerca de sus labios.- Espero te hayas dado cuenta del tipo de sacrificios que soy capaz de hacer para no herir a la persona que me ama.
Inmediatamente su sonrisa desapareció y su rostro demostraba enojo, furia. Ese era mi objetivo.
Jimin: Lo hiciste por él? Tanto así lo quieres.
T/n: Todavía lo tengo que decir?- la verdad es que estaba confundida.
Vi un taxi cerca y rápido corrí hacia él alejándome de Jimin.
Escapé de allí y suspiré aliviada, pensé que me desmayaría por la actitud tan rara que adopté.
Llegué a mi casa y Tae ya se encontraba allí.
Tae: Te estaba esperando, que traes es las bolsas de mercado?
T/n: Ya te enseño.
Saqué todo de las bolsas y le mostré sus paquetes de pizza, estaba muy contento, los miraba emocionado.
Tae: Deberías salir de viaje más a menudo.
Yo sonreí por su comentario y su cara súper linda cuando observaba su comida preferida.
T/n: Tae...
Tae: Hummm?
Tenía que asegurarme de que lo quería a él, no quería romperle el corazón, él no merecía eso.
Pasé mis manos por su cuello como si fuera a colgar de él. Lo besé tímidamente en sus dulces labios, sintiendo latir más mi corazón a medida que el beso se hacía más apasionado. Él me tomó por la cintura para acercarme.
Noté la potencia de mi sangre pasando por mis venas y hermosa sensación del amor.
Nos separamos, pero seguíamos muy unidos todavía. Tae dejó pequeños besos en mis labios antes de que yo lo abrazara.
Tae: Qué te pasa? Nunca me habías besado así.
T/n: Solo quería que el recuerdo quedara para no olvidarte en los días que éste fuera.
Tae: Que bueno, no me olvides nunca.
T/n: No lo haré. Ahora, vamos a comer.
Ambos nos pusimos a cocinar para acostarnos temprano, o tarde, pues yo quería ver una película.
Preparamos Ramen y nos sentamos frente a la televisión de mi cuarto para ver una película, de preferencia una comedia, las favoritas.
Tae lavó los platos y terminando de ver la tele, fuimos a la cama y dormimos abrazados.
Ya en la mañana, dejé a Tae durmiendo y me vestí para ir al trabajo.
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Cogí un taxi hasta la empresa y me topé con Seul Gi en el ascensor.
Seul: Ya mañana es el viaje. Que les vaya bien, cuídamelo a Jimin.
T/n: No hay problema.
Seul: Ayer los vi salir juntos de la empresa. A dónde fueron?
Qué??? Él dijo que ella ya se había ido.
T/n: Fuimos a comprar algunas cosas para el viaje, no te lo dijo?
Seul: No lo he visto. Llamé a su casa y nadie respondía.
T/n: Ustedes no viven juntos?
Seul: No, él prefiere vivir en su casa.
T/n: No te preocupes, casi al cumplir un año con mi Tae fue que él vino a vivir conmigo.
Seul: Veamos que sucede.
Cuando llegué a mi oficina recibí la noticia de que tenía mi día libre, pues ya que el viaje era mañana, entonces no tenía nada que hacer allí.
Fui hacia la puerta de salida y una mano me agarró.
JK: T/n, has visto a Rocío.
T/n: No, acabo de llegar y ya me voy, así que no he tenido tiempo de verla, por qué?
JK: No te han dicho que es una falta de respeto meterte en la vida de tus mayores?
T/n: Ambos sabemos que soy un año más grande que tú, no te creas el importante. Está bien, no me meto en tu vida. Bye.
En ese momento me acordé que había dejado unos documentos en la oficina de Jimin, muy importantes para el viaje, entonces fui allí lo más pronto posible tomando el ascensor.
La escena que me encontré al entrar por la puerta me dejó paralizada, con una lágrima saliendo de mis ojos y la vida hecha pedazos.
