44. Perro pulgoso cae en la cama

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Nota de autor: ¡Regresé! El fanfic sigue siendo de Moonsign, no obstante y el universo de J.K Rowling.

"Tal vez el amor es como descansar en un lugar

Un refugio en la tormenta

Existe para darte consuelo

Está ahí para darte calor

Y en tiempos de dificultad

Cuando estás solo

La memoria del amor te lleva a casa"

"Perhaps Love" de John Denver

REMUS:

Remus no sabía que podía ser tan feliz como lo era cuando se metió en la cama y pensaba en el hecho de que Sirius gustaba de él. Más que gustar de él. La tarde se repetía en pequeñas películas vívidas. Sirius abrazándolo mientras le decía "¡Quiero estar contigo para siempre!". Sirius presionando su rostro en el cabello de Remus. Sirius murmurando "Te tengo, cariño" Sirius pasando sus manos dulcemente por las terribles y desfiguradas cicatrices de Remus de una forma tan suave que Remus sabía que no sentía ninguna repulsión. Sirius besándolo...

Remus giró y presionó la cara contra la almohada, sonriendo para sí mismo. Siempre había pensado que los escritores eran ridículos por decir que un beso era como electricidad, pero así era como lo había vivido. Una electricidad estática recorriendo su cuerpo, levantando escalofríos en sus brazos y golpeando su corazón tan fuerte contra sus costillas que pensó el tener un ataque cardiaco. Pero de una muy, muy buena manera.

Al mismo tiempo fue caliente, reconfortante y de alguna manera correcto. El Sirius de las fantasías secretas y oscuras de Remus era tan casanova como el real lo había descrito; conquistando a Remus y levantándolo en brazos para después besarlo con agilidad. Sin embargo, el Sirius real y en vivo que preguntó "¿Puedo besarte?" mientras se sonrojaba era a quién amaba verdaderamente.

¿Quieres besarme?

Sí, pero no lo haré si tú no quieres.

— ¿Lunático? —La voz de Peter emergió desde la oscuridad— ¿Te sientes bien?

Remus giró sobre su espalda: — Por supuesto ¿Por qué?

— Estabas riéndote contra tu almohada.

Hubo una exclamación de sorpresa desde la otra punta de la habitación: — ¿En serio? —Preguntó Sirius— ¿En qué piensas lobito travieso?

— ¡Sirius!

— Puedo oír tu sonrojo, Lunático —James se integró, sonando deleitado— ¿En quién estás pensando?

— ¡No pienso hablarle a ninguno de ustedes! ¡Buenas noches!

— A Remus le gusta alguien —James lo fastidió— ¡Nuestro pequeño Lunático gusta de alguien! ¿Quién es? ¿Los puedo llevar a una cita?

— Yo no pienso llevarlo a una cita con nadie —Sirius interrumpió rápidamente.

— ¡Aw! ¡Venga, Sirius!

— No, no pienso ayudarte a avergonzarlo.

— Bueno, bueno. Podrías llevarme a una cita con Evans en su lugar.

— No funcionará —Remus le aclaró, agradecido de hablar de otro tema— Ella simplemente no te quiere.

Hubo un breve silencio, que fue seguido de un: — Oh, Merlín, ella es quien te gusta, ¿Cierto? —James sonaba aterrorizado— ¿Qué vamos a hacer? ¡No puedo salir con ella si también te gusta! ¡Esto es desastroso! ¡Terrible!

Convocando sombras de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora