Capítulo 2: A un paso

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—Hola mamá —Dijo Abi mientras se libraba del fuerte abrazo de su madre.

—No puedo creer que vinieras, te hemos extraño mucho Abigail, ya han sido dos años sin verte.

Con cada palabra que salía de sus labios varias lágrimas brotaban, pero Margaret no podía evitarlo, su hija estaba junto a ella.

—Como llegaste tan rápido, yo viaje toda la noche en burbuja, es lo único disponible hasta allá —Preguntó Maikol mientras se acercaba a su madre y hermana.

—¿Burbuja? Crees que me metería en una de esas, ni siquiera les dan mantenimiento y van volando a toda velocidad. Quiero mucho mi vida así que simplemente me teletransporté.

Al ver la cara de asombro de su madre agregó:

—¿Por qué esa cara? Ya estoy en edad ¿no?

—Si, como no, es que es tan fascinante que lo consiguieras tan joven —La cara de Margaret se entristeció cuando dijo —Tu hermano aun no lo logra.

—¿Qué? Si serás bobo, sabes perfectamente que...

Su hermano la interrumpió

—¡Ya vale no! Si lo sé, que ya tengo 20 y si a los 21 no he hecho magia seré despojado de mis recuerdos y enviado a la tierra con los humanos. ¿Piensas que no me he planteado eso más de un millón de veces? —Bajo la mirada antes de agregar —Lo intentó, pero no puedo.

Abi no sabía qué hacer, nunca se había planteado la idea de perder a su hermano. Sabía que no podía perdonar fácilmente a su familia, pero tenía que ayudarlo por lo que, poniendo una mano en el hombro de él dijo:

—Yo te voy a ayudar. Lo prometo.

Al notar que su madre y hermano se disponían a decir algo, quizás agradecerle, o algo que implicase más sentimientos familiares prefirió un poco de silencio por lo que mirándolos a los ojos dijo:

—Te prometo que lo haré antes de volver a irme, por favor estemos en silencio que solo faltan dos minutos para que esto empiece.

Todos asintieron, nadie sabía que más decir, ninguno quería molestarla para que no se marchase. Exactamente dos minutos después sonaron cuatro campanadas, las compuertas para el salón de selección comenzaron a abrirse, una voz solemne y que hipnotizaba comenzó a escucharse por toda la sala.

—Saludos mis queridos jóvenes, es un placer recibirlos en este día tan importante que cambiará la vida de cien de ustedes, pero marcará la de todo Hidden World. Esta ceremonia será ejecutada como dicta el protocolo —Mientras aquella voz hablaba los ojos de Abi y Maik se paseaban de un lado de la habitación al otro, los pétalos de colores que caían al tocar fondo comenzaron a crear figuras de dragones, de batallas, de cosas maravillosas una tras otra, pero sus sueños fueron interrumpidos al escuchar de nuevo la voz —Comenzaré a leer los seis primeros nombres de la lista y pasaran por las puertas solos, estando allí se quedarán aquellos que sus ojos se vuelvan de color negro cuando este junto a uno de los capullo. No se preocupen ni siquiera lo notarán.

El nerviosismo invadía la sala, pero esto se volvió más evidente cuando comenzaron a resonar las trompetas por la habitación...

Una voz comenzó a pronunciar los nombres...

"De los seres sombras Rohan Lestar pase adelante... De los animas Angeal Court... De las familias sanadoras Maikol Bestard, Abigail Bestard... De... "

Sin darse cuenta, se encontraban atravesando las puertas, era como si la voz viniese con un hechizo, porque sus pies se movían involuntariamente. Abigail miró a su hermano y percibió el nerviosismo oculto tras aquella falsa sonrisa, tomó su mano, susurrando «estoy aquí contigo»

Cuando estuvieron cuarenta jóvenes en la sala siguiente a las puertas un señor alto, de cabello largo, tan blancos como la nieve se acercó a ellos. Llevaba una extraña túnica verde, con flores doradas que subían y bajaban, al compás de sus pasos. Se detuvo a observarlos y con un gesto les indico que lo siguiesen. Atravesaron un largo pasillo compuesto de lo que parecía, las raíces del árbol, por lo que debían descender, a medida que el señor se adentraba en la oscuridad, comenzaron a encenderse flores con colores, que mostraban los extraños símbolos de las raíces. El señor se detuvo ante una gruesa puerta de hierro, movió su mano haciendo que la puerta se iluminase y entonces aparecieron las letras que definirían todo.

«SU VIDA CAMBIA AQUÍ. SERÁN UNO, PERO LOS VERÁN COMO DOS»

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Atrapada entre dragones Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora