Capítulo #29: Pruebas

Comenzar desde el principio
                                    

-No sé si da más miedo muda o habladora... -Murmuré mientras me acercaba a ellos.

-Solo tengo dos preguntas... ¿A qué hora y dónde? -MariLu miraba fijamente a Pipe quien sólo sonreía de nervios.

-Mañana, a las seis de la tarde debemos estar allí. Hoy será para tomar ajuste en las tallas de ser necesario.

-Vale, pero que quede claro que a mí me va a quedar perfecto todo. -Laura se puso de pie y se acercó a la cocina.

-Bien, vamos a mi oficina. Allí tengo la ropa.

Me puse de pie y Pipe de inmediato también en un intento de acto caballeroso, pero no le dio tiempo.

-Chicas vayan a mi oficina, le avisaré a Villalobos que estaré allí. Pipe, puedes ir con ellas.

-No te preocupes, Dani. Yo te puedo esperar.

-Que te vienes con nosotras, Pipe... dejo. -Laura lo tomó de un brazo y se fueron en dirección a mi oficina.

Salí para encontrarme a Salomón sentado en el borde de la piscina para niños y a los trillizos en una mini competencia para llegar primero hasta Tío Lobo.

-Sebastián, estaré en mi oficina con Pipe... -Noté su mirada de pocos amigos. -Y con las hermanas. Tu novia también vino. -Aclaré y él asintió para volver a prestarle atención a mis pequeños.

-Se portan bien, mamá va a hacer algo del trabajo. -Les avisé, pero ellos estaban concentrados en nadar y en su tío.

Abrí la puerta de mi oficina para encontrarme con la peculiar escena de las tres hermanas sentadas sobre mi escritorio mirando seriamente a Pipe, quién estaba sentado en un pequeño sofá individual.

-Es hora de poner manos a la obra. -Hablé para interrumpir las miradas acosadoras de las hermanas.

-Bien, ¿Con qué te ayudo? -Pipe se ofreció de inmediato mientras se paraba.

-Aún no entiendo que tiene que pintar aquí el tipo este. -Laura lo señaló con un bolígrafo.

-Creo que mejor...

-No, ni lo digas. Tú te quedas. -Sabía que la presión de las hermanas estaba haciendo flaquear a Pipe. -Tengo los vestidos en mi armario. -Entré al baño de mi oficina donde tenía el armario que Poché había mandado a construir para mis creaciones.


FLASHBACK


-¿Te ayudo? -Escuché la voz de Poché mientras tomaba algunos de los diseños de prueba que había finalizado para subirlos al armario de nuestra habitación.

-Per favore. -Respondí y ella se acercó a mí tomándome por la cintura.

-Me has salido italiana. -Comentó antes de darme un pequeño beso.

-No querida, lo de italiana te lo dejo a ti.

-Y lo de colombiana con toques de boricua te lo dejo a ti. -Asentí gustosamente. -Oye, si sigues así vas a acabar con nuestro armario.

-Eres una enana exagerada. Solo son un par de pruebas.

Poché me miró mientras hacía una mueca con su boca... estaba analizando algo, apostaría por ello.

A Un Click: Lo sientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora