Cap 8

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El camino a casa fue realmente incómodo, por parte, taehyung empezaba a sentirse culpable por tratar a su mejor amigo de esa manera. Otra, también es que planeaba irse de casa sin decirle nada, se cuestionaba así mismo preguntándose; ¿está bien lo que hago?, ¿debería esperar un poco más u explicarle la razón por la cuál me siento incómodo?. Simplemente empezaba a entrar en crisis, ¿desde cuándo estar junto a su amigo de toda la vida se volvió una molestia?, extraño pero cierto, no quería ser egoísta, aunque realmente no sabía si proclamar su libertad de vuelta lo hace ser alguien egoísta en todo sentido de la palabra. Una persona muy desconfiada de sí misma, ese era taehyung.

La cosa es que ya nada era como solía ser, ahora era más permisivo y permitía que sus nuevos amigos tocaran su cabello, acción que nunca se había visto provenir de otra persona que no sea jungkook o sus padres.

Pensaba en tantas cosas, recordaba las distintas ocasiones en las que solía discutir con el pelinegro y luego terminaba en una pelea de cosquillas, sonreía inconscientemente mientras se acercaba a la entrada de su hogar, al llegar notó la presencia de alguien sentado justo en la alfombra de la entrada, era jungkook, quién al parecer había tomado el transporte, a diferencia de los días anteriores no llevaba una expresión enojada. Se veía triste y parecía que había terminado de llorar, ya que sus ojos al igual que su nariz tenían un leve tono rojizo y rastros de lágrimas muy notables en sus hermosas mejillas.

—Kook.— El castaño se arrodilló frente al mencionado y colocó una de sus manos en la rodilla de aquél.

—Lo...lo siento tanto, yo en verdad n-no...— Y mucho antes de que pudiera terminar su oración, las lágrimas nuevamente empezaron a fluir y su voz se quebró, aquél sintiendo vergüenza de su persona cubrió su rostro y lo agachó a la vez.

—Vamos adentro.— Susurró el más alto, sacando la llave de su hogar y colocándola en la cerradura para obtener acceso a su vivienda. Al abrir la puerta y ver el hermoso panorama de un lugar totalmente organizado suspiró curvando las comisuras de sus labios en una pequeña sonrisa momentánea; cargó al pequeño sin mucho esfuerzo y se adentró al lugar.

Caminaba a pasos lentos hasta llegar a la sala de estar, era muy difícil tener que lidiar con el chico pero qué más podía hacer, él eligió estar con él. Huir sería muy cobarde de su parte, iba a dejarlo en el sofá, pero sintió pena al ver como este se aferraba a su pecho y le susurraba una y mil veces que lo quería tanto como él no se imaginaba.

—Kook, debo salir. ¿Puedes esperar?.— Habló. Sintió temor ante la reacción que podría venir por parte del menor.

Rápidamente el de pelos negros se bajó de los brazos de su amigo y dudó por unos segundos que debía responder, una voz en su cabeza le negaba permitir aquello, pero en lo más profundo temía que su mejor amigo empezara a odiarle. Aunque no es como si le importara, después de todo tenía la confianza suficiente de los padres de aquél como para obligarle a quedarse todo el tiempo que quisiera. Además de que podía utilizar aquél método que tanto le funcionaba, las manipulaciones u las mentiras.

—Me... gustaría ir contigo si no te molesta, es...que tengo mucho tiempo sin salir a lugares como el parque contigo, estar encerrado me tiene agobiado.— Coloco su mirada en el suelo esperando conmover al más alto, claramente lo consiguió.

Eres un genio Jungkook.

Se halagó y esbozó una pequeña sonrisa al ver como su amigo asentía amablemente y le propinaba un beso en la mejilla.

—Me gustaría hablar contigo cuando regresemos a casa...—

Best Friend. [EDITANDO]Where stories live. Discover now