Eitan es un chico popular en su universidad, todas las chicas babean por él y siempre obtiene lo que quiere, pero detrás de todo eso ha tenido un pasado difícil y nunca le han demostrado qué es el amor.
Eso cambia cuando Abby llega a la universidad...
Oh, fíjate que mi compañía es mi amiga y su maldito playboy que la seduce cada que respira, pero ambos me dejaron para irse a bailar y tocarse en la pista, ah y ¡que casualidad! Ese chico también es tu amigo.
—Si tengo compañía —digo señalando a Darla y Eitan que aún bailan en la pista.
—Creí que vendrías con Drake.
Arrugo mis labios y volteo hacia todos lados con la esperanza de que quizás esta vez lo pueda encontrar —Se supone que nos veríamos aquí, y no lo he visto por ningún lado.
Allen se levanta de su asiento —Bueno, al menos me tienes a mí —dice extendiéndome la mano.
Lo miro curiosa y niego con la cabeza —No, gracias, de verdad que estar aquí es aburrido, hablaré con Darla y le diré que lo mejor será irme.
Él abuchea —Oh vamos, sólo baila cinco minutos, eso es todo.
Entrecierro los ojos y dudo un momento, pero al final acepto. Después de todo, esperar a Darla va para largo. No soy experta en bailar este tipo de cosas, pero ver a algunas chicas que al menos lo intentan me animan un poco.
Allen comienza a bailar para animarme y me echo a reír —Dios, eres pésimo —bromeo.
Él me lanza una mirada asesina —¿Y como podría estar seguro de que tú no eres peor? Vamos, inténtalo, se aprende rápido.
Sin otra alternativa me comienzo a menear de un lado a otro, no tardo mucho en conseguir el ritmo de la música, sin embargo, aún se me complica entender los pasos a la perfección.
De repente me sobresalto al sentir unas manos rodear mis caderas, estoy a punto de voltear para ver de quien se trata; cuando la voz del chico resuena en mi oído —Sólo tienes que dejar de estar tiesa —esas palabras fueron suficientes para saber de quien se trata.
Eitan.
Allen abre sus ojos de par en par ante dicha escena —Bueno, te dejo con el maestro —dice saliendo de la pista.
Carajo.
Evito ver a Eitan frente a frente por lo que sigo con mi intento de baile, él mueve sus manos por mi cintura mientras que yo me meneo en frente de él —¿Qué haces aquí? Deberías estar bailando con Darla —susurro una vez que lo tengo cerca.
—Ella fue a sentarse un rato, pero veo que tú apenas comienzas.
Lo miro curiosa, me intento zafar de su agarre con cuidado pero me es imposible, y mejor opto por seguir el ritmo, él inclina su cabeza y nuestras vistas se chocan de repente, sin embargo yo sigo moviendo mis caderas como sea que pueda, paso mi mano por mi cabello y flexiono mis rodillas sintiendo la música vibrar por mi cuerpo.
Eitan sólo parece disfrutarlo, y después de unos segundos creo que es suficiente, entonces me separo de él de un golpe. Él me mira desconcertado, mi vista viaja hasta la puerta de entrada, donde por suerte veo a Drake entrando por ésta —Lo siento, llegó mi amigo —digo casualmente mientras señalo a Drake.
Él rueda sus ojos y no le queda más que aceptarlo —Ten cuidado con ese, te lo digo en serio —es lo último que dice para después alejarse de la pista.
Eitan Harper
Nunca creí que Abby fuera tan experta bailando. Por favor, a mí nadie me engaña, seguro es de esas chicas que se la pasan bailando twerk frente al espejo.
Me alejo de la pista sin alternativa. El idiota de Drake llegó y lo menos que quiero ahora es que me vea aquí y se desate una posible pelea a muerte si nos llegásemos a encontrar cara a cara.
Nathan me ve desde su silla y rueda sus ojos —Antes de que me abuchees por dudar de ti, te dejo en claro que este es todo mi pago mensual —menciona sacando los billetes de su bolsillo.
Se los arrebato de su mano ferozmente —Suerte para la próxima.
El pobre idiota apostó su sueldo mensual porque bailara con Abby un rato, creo que no le ha quedado muy en claro que siempre gano.
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