La noche karmalaniense no es como cualquier otra: es más negra que el resto de las noches, más oscura y mucho más peligrosa. Cuando la luna se asoma, aldeanos y aldeanas corren a refugiarse en sus casas: los niños lloran y los adultos gritan. Afortunadamente para todos, la Guardia de la ciudad está lista para intervenir en cualquier momento, espada y escudo en mano con sus impecables armaduras brillantes vigilan el perímetro de la ciudad. No hay villano conocido ni por conocer que se escape a la agudeza visual de los Guardias de Karmaland... Nadie, excepto...
Esta noche, el frío de finales de invierno es más gélido que nunca y el viento sacude las copas de los árboles. Junto al puente del este, los restos de un zombi moribundo, una flecha, una única flecha letal en la cabeza.
Una sombra se mueve sigilosa entre los muros de Karmaland: veloz y silenciosa como un gato, pero con la ardiente sangre de un lobo recorriéndole las venas. A su lado, un lobezno con el pelaje tan brillante que casi parece plata. El misterioso personaje, que carga con una bolsa a rebosar, se detiene en la plaza del ayuntamiento, hay un cartel nuevo pegado en el tablón de anuncios. Se acerca para leerlo. La oscuridad y su traje completamente negro ocultan su identidad, escondiendo cualquier rasgo que pudiera delatarlo, a excepción de los ojos: brillantes y morados, que leen con atención la advertencia del cartel.
¡CUIDADO, ROBOS!
Una oleada de robos en las últimas semanas
ha alterado la tranquilidad de Karmaland.
Se ruega a toda la población reforzar la seguridad en
domicilios y negocias y no dejar desprotegidos objetos de valor,
especialmente durante la noche.
La Guardia de la ciudad y el equipo de Gobierno están
Trabajando arduamente para detener al ladrón lo antes posible.
Fdo. El Ayuntamiento.
El enmascarado se burla de la advertencia del cartel: ¿Quién iba a detenerle a él? ¿El alcalde? No, está demasiado ocupado ahogando a la gente en impuestos para reformar su casa de la playa. ¿El jefe de policía? Por favor, podría presentarse delante de él con las manos atadas que ni se daría cuenta. ¿Quién más queda? El cabeza de la oposición... Sí, ese es un mal bicho, pero desde que perdió las elecciones que nadie le ha visto salir de su fortaleza en la montaña. Se rumorea en el pueblo que se ha vuelto majara y que se dedica a rezarle a los Dioses Oscuros de Karmaland.
El misterioso individuo esboza una sonrisa lobuna y con sus zarpas destroza la advertencia del tablón. Antes de marcharse, se detiene un instante a leer el resto de anuncios: junto al panfleto con el horario de la consulta del psicólogo, hay otra octavilla del ayuntamiento, con fecha de esa misma semana.
Con motivo de la oleada de robos y
Para cubrir los salarios y el equipo
De la Guardia de la Ciudad, el Ayuntamiento se ve
Obligado a subir los impuestos a toda la población de
Karmaland.
Desde el día de hoy hasta que el ladrón sea detenido, todo ciudadano
Deberá abonar extraordinariamente:
tres lingotes de hierro, dos lingotes de oro y un diamante.
Disculpad las molestias. Trabajamos por vuestra seguridad.
Fdo. Lolito Fdez, alcalde de Karmaland. Alexby, jefe de la policía de Karmaland.
ESTÁS LEYENDO
KARMALAND 4: El Libro de las Sombras
FanficCAP I - III: historias y diálogos sueltos de Karmaland con Rubius, Fargan y Vegetta como protagonistas. A partir del CAP IV: el hermano oscuro Fargan ha rescatado a Alyssanne, una Cazadora de las garras de Lobo Nocturno y la ha llevado a la sede de...
