-¿A dónde va, joven Bennet?- Habló el arrugado señor mirándome acusador sobre sus gafas ovaladas, interrumpiendo su clase y a su vez haciendo que el grupo alzara el rostro de sus libretas para mirarme a mí.
-Disculpe, tengo una emergencia. – Comenté tomando mis libretas y plumas del asiendo donde me encontraba.
-No le tomaré asistencia.- Me miró severo.- Espero que esa emergencia no sea follar con mi hija.
-Le aseguro que no, perdón por interrumpir su clase.- Hasta mis profesores sabían la reputación que tenía. Salí sin más rumbo a la facultad de letras apresurado y entumecido por el frío de invierno que se hacía más fuerte a cada día.
Le miré a la lejanía, estaba sentado en una banca moviendo sus piernas para atraer calor mientras con su enorme chamarra de peluche la acomodaba una y otra vez, tenía la nariz roja y en sus labios (como siempre) poseía un cigarrillo encendido.
-¡Oye, canceroso! – Me detuve mirando la escena, dos chicos se sentaron a cada lado de la banca de Louis dejándolo sin escapatoria, él menor cerró los ojos sabiendo lo que iba pasar.- A parte de canceroso, eres sordo.
No eran los mismos que los de ayer, se veían novatos y estúpidos. El mayor le metió un golpe en la nuca un tanto fuerte haciendo que su cigarro cayera al suelo, su acompañante se burló de inmediato.
-¿Qué quieren?...- Murmuró el castaño encogiéndose en su asiento, no haciendo nada para escapar, o tal vez era el dolor muscular que lo detenía.
-Sólo queremos saber una cosa, canceroso.- Louis se levantó de golpe para salir de ahí, ambos tomaron su muñeca sentándolo de golpe otra vez, su cara se deformó de dolor.
-Por favor...
-Cállate.
-Canceroso, solo queremos saber algo, eso es todo.- Ambos rieron divertido de Louis quien se abrazaba a sí mismo con la esperanza de que alguien se parase a ayudarlo.- Sabemos que tú compañero de cuarto es Tobías Bennet.
-Sí, queremos saber si eres tan zorra como él.- Continuó su compañero juguetón.
-¿Qué...?- Respondió aturdido por la pregunta. No pude evitar sonreír al escuchar mi nombre.
-Canceroso, zorra y aparte sordo.- Uno de ellos comenzó a tocar su pierna de arriba abajo, Louis temblaba de pánico.
-Seguro que sí eres igual como él, todo una zorra.- Comentó el otro acariciando su mejilla para acto seguido lamerla.
-No soy una zorra.- Respondí acercándome a pasos alargados y seguros.- Sólo tengo ganas de follar, me da hambre.
-¡Lárgate de aquí, Tobías!- Gritó uno empujándome para atrás en cuanto llegué, la gente a nuestro alrededor solo nos miraba espectadores sin hacer nada para evitar una posible pelea, el castaño me miraba sorprendido.
-No recuerdo haberlos tenido gimiendo alguna vez.- Toqué mi barbilla pensativo.- Supongo que no llevan mucho tiempo en ésta Universidad, ¿no?
-Que te largues.- El de la izquierda se paró empujándome con el dedo pulgar por el hombro.
-Que no.- Ahora fui yo quien lo empujó, pero no lo ataqué en su hombro...sino directamente a su garganta. Lo que hizo que el aire le faltara.
-¡Estás loco!- Gritó su amigo mientras el trataba de recuperarse del golpe (poco fuerte) que había recibido.
-Sí, lo estoy.- El chico no vio la oportunidad en atacarme, así que tomó a su amigo quien jalaba aire, para después irse sin dejar de mirarme.
-Toby...- Louis susurró sorprendido de mi actitud tan poco desvergonzada.
-Y todos ustedes.- Miré a mi alrededor, mirando cada persona que estaba pasando o disfrutando del espectáculo.- Si se les ocurre abrir el hocico de que le cerré el conducto respiratorio a alguien, argumentaré que ustedes son unos maricones que presenciaban una escena de agresión tanto física como verbal y no hicieron absolutamente nada; además, reconozco muchos rostros aquí presentes.
Tomé de la muñeca a Louis sin más de la muñeca arrastrándolo a la habitación.
-Toby...
-No puedo creer que no te hayas defendido, en verdad que no puedo entender como carajos no hiciste nada.
-Toby...- Me llamó por segunda vez mientras lo arrastraba, solo apreté más fuerte su muñeca enojado.
-Debes defenderte Louis, por dios.
-¡Toby!
-¡Nada de "Toby"!- Imité su tonito sin voltear a verlo.- ¡Tienes que pararte frente al mundo, Louis!
-¡Me lastimas!- Gritó, le volteé a ver por primera vez notando como a pesar de su gruesa chamarra de color militar se traspasaba sangre que comenzaba a gotear manchando mi propia mano.
¿Qué carajos?
Yo no recuerdo haber visto ninguna puta herida ahí. ¿Por qué demonios estaba sangrando?
-¿Qué?- Lo solté pero de inmediato se puso a la defensiva tomándose su muñeca.
-No es nada.- La respuesta me cayó como balde fría.
-Déjame ver tu brazo.
-¿Qué? ¡No!
-¡Que me dejes ver tú puto brazo!- Lo tomé de la cintura fuerte alzando su manga y notando todas sus cicatrices y resientes cortaduras.
Tan grotescas, llenas de costras y sangre, algunas tan mal suturadas que dejaban la carne al rojo vivo poniéndose moradas por una posible infección.
ESTÁS LEYENDO
Enséñame a amar (yaoi)
FanfictionEl amor es una mierda. Sí, así tal y como lo digo, una bendita y reverenda pérdida de tiempo. No sirve de nada estar enamorado, solamente hace daño. Destroza todo lo que tienes. ¿Qué cómo lo sé?, ¡Si es más que simplemente obvio: porque lo viví! Así...
Capítulo 4: Cold.
Comenzar desde el principio