Capítulo 10

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-¡Mira no está tan mal!

-¡Calla Denki claro que está mal, calló desde una altura muy alta!

-¡Apartaos idiotas, le vais a matar por no dejarle respirar!

Kirishima soltó un quejido y todas las voces se callaron. Poco a poco fue enfocando la vista, y se encontró con sus amigos y con el equipo de quidditch al completo, todos mirándole con preocupación. En cuanto vieron que estaba consciente, todos comenzaron a hacerles preguntas, hasta que Bakugo les gritó.

-Nos tenías preocupados Eijirou... Cuando te vimos caer pensábamos que te había alcanzado un rayo.-Le dijo Mina con los ojos llorosos.

-Es cierto. El director Toshinori te salvó viejo, pero el susto nos lo llevamos.

-¿Qué... pasó?-Kirishima intentó levantarse, pero le costó mucho, y Todoroki y Sero tuvieron que acomodarle bien en la cama.

-Caíste de la escoba. Después supimos que fue por un dementor. Toshinori se enfadó mucho y los ha echado. Nadie sabía qué hacían allí.-Le explicó Uraraka desde una esquina de la cama.

-Y... ¿El partido?

Todos se quedaron en silencio, y Mina tomó su mano suavemente. El pelirrojo no quería asumir la respuesta que había comenzado a formularse en su mente, pero la respuesta de Nejire se lo confirmó.

-Koichi atrapó la snitch. No se había dado cuenta de que habías caído y para cuando lo supo era tarde. No podemos repetir el partido... Pero no te deprimas Eijirou, lo primero es que estés bien. Ganar a costa de tu salud no habría sido bueno.-Le chica de pelo celeste le sonrió, aún con el traje lleno de agua y el pelo mojado.

Ella quería más que nadie ganar la copa. Quería terminar Hogwarts con una victoria sobre todas las casas. Pero para ella lo más importante era que sus jugadores estuviesen bien, y no pensaba poner por encima la integridad de ninguno de ellos por ganar un partido.

Estuvieron allí hasta que la enfermera los echó, dejando a Kirishima solo. Pero el pelirrojo seguía sintiéndose mal. Había dejado que el dementor le venciese, estando a milímetros de la snitch, y eso había provocado la derrota del equipo con una diferencia de cien puntos contra Hufflepuff. Ahora no tendrían casi ninguna posibilidad de ganar la copa. Y era por su culpa.

Tardó una media hora en salir de allí, porque tenían que comprobar que no tenía nada grave. Cuando por fin pudo salir de allí, fue a su dormitorio, donde encontró a sus amigos y a Mina, que se había colado allí. Vio que le miraban raro, y entonces notó un bulto encima de su cama, envuelto en una tela.

-Es... La Nimbus.-Kaminari le habló con cuidado.-La buscamos Sero y yo cuando vimos que la lluvia pasaba, y la vimos bajo el sauce boxeador. Ya estaba así para entonces.

-Lo sentimos Eijirou. Quisimos arreglarla pero no pudimos.

-No pasa nada chicos. Mejor que no me haya pasado a mí, ¿no?-Les sonrió, aunque por dentro estaba completamente destrozado. La Nimbus había sido su primera escoba, y la quería mucho, porque fue un regalo por entrar al equipo de quidditch.

Se sentó en su cama, apartando con cuidado la Nimbus, lo que quedaba de ella, dejándola a los pies de su cama. En ese momento solo quería dormir, y eso hizo. Se tumbó tapándose con las sábanas, y sin querer escuchar a sus amigos. Cerró los ojos e intentó descansar.

***

Despertó por unos golpecitos en su hombro. Se removió antes de abrirlos, viendo a Todoroki y a Kaminari, que llevaban algo de comida.

-Pesamos que era lo más conveniente, para que durmieses. Las clases son en cuarenta minutos, así que te traemos el desayuno.

-¿Cuánto he dormido?

Eijirou Kirishima y el Prisionero de AzkabanWhere stories live. Discover now