El arte del insulto en los cómics

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El mundo friki del cómic no ha sido ajeno al arte del insulto y es que solo basta con ojear los bocadillos de Mortadelo y Filemón para encontrar una gran variedad de insultos.

Uno de los más utilizados es “berzotas”, una palabra tremendamente sonora que al pronunciarla cimbrea nuestras cuerdas vocales antes de ser lanzada al espacio circundante.

Sin embargo, el ejemplo más lleno de insultos en el mundo del cómic, se encuentra en Las aventuras de Tintín.

Los hay de todo tipo, algunos identificables en nuestro imaginario (“filibustero”, “sátrapa”, “ectoplasma”…), otros crípticos (“coloquinto”, “cercopiteco”, “anacoluto”…), mientras que otros son atronadores (“mil millones de rayos”), propios de un curtido marinero.

Lo curioso es que los insultos no son más que una acumulación de groserías. Hergé consiguió utilizarlos magistralmente en un discurso culto y perfectamente armado.

Para finalizar un insulto muy típico del Siglo de Oro: “estafermo”, dedicado a las personas que permanecen embobadas sin ningún motivo.

Su origen es delicioso, está en relación con el maniquí que se usaban los caballeros medievales para entrenarse en el manejo de la lanza.

Diccionario de insultosWhere stories live. Discover now