Huida

124 1 0
                                    

En algún lugar de un reino, un pelimorado alistaba una maleta para irse, Irse de un reino en el que nadie lo quería.

Pese a que siempre mostraba simpatía ante otros, de ese chico se rumoreaba una maldición, cosa que él poco caso hacía, pero en el interior... sabía que era verdad: Él era un hombre lobo.

Tras culminar la Inquisición, ese adolescente había perdido a su manada, y vagaba de reino en reino siempre, tanto que cualquier lugar le daba igual, hasta que descubrieran su verdadera identidad. Entonces tendría que irse. Por esta razón él no tenía amigos.

Terminando de alistar sus cosas para marcharse, tocaron a su puerta. El pelimorado se asustó y con mucha razón: Eran los guardias reales, lo peor que podría pasarle. Decidió escabullirse pero los guardias tenían acordonada su "casa". Intentó razonar con ellos, pero los guardias tenían un solo objetivo que cumplirían sin mostrar misericordia al chico.

Entonces tomo una difícil decisión, tendría que transformarse si quería salir de allí. Fue entonces que sus ojos rojos brillaron encandilados, sus manos se transformaban en garras al igual que sus pies, su cuerpo se agrandó a la par que se llenaba de pelaje, sus orejas se alargaron sus colmillos se acentuaron y su boca se alargó transformándose en un hocico. Los guardias miraban con horror esta escena, sin importar los gruñidos del dolor del pobre muchacho, mientras pedían fuerzas al Señor para que ese "monstruo" no los partiera en mil pedazos.

Lo que yacía ahí frente a los guardias era un lobo enorme. Entonces fue ahí cuando el licántropo intentó escapar, más no atacar a los guardias. Jamás había atacado a nadie y no lo iba a hacer a pesar de que su vida estuviera en peligro. Solo corrió hacía la entrada derribando a algunos guardias pero de ahí, una soga sujeto sus patas haciéndolo caer, a la que siguieron más, para inmovilizarlo. Él luchó para librarse de esas cuerdas, pero era en vano cada vez que se movía esas sogas apretujaban más sus patas. 

Lo último que vio antes de quedar inconsciente fue una figura robusta y alta que inspiraba miedo, mirándolo con seriedad y antipatía seguida por una corona brillante. 

The Wolf and the BunnyWo Geschichten leben. Entdecke jetzt