Demonios;; Eren Jaeger x Lectora | Shingeki no Kyojin

·•❃•2. Equilibrio.

Emprendieron camino a los dormitorios y (Nombre) vio cómo Christa se levantó rápidamente para seguirlas.

—Muchas gracias... uhm... —caminó a su lado.

—Ymir. Solo díganme Ymir —respondió sin mucho interés—. ¿Y ustedes son...?

—(Nombre)... —contestó ésta, subiendo los escalones. Compartía nombre con su abuela materna a causa de su progenitora, pues siempre le había encantado. Aunque debía agregar que no era nada común en los muros y algunas personas solían pronunciarlo mal—. Y ella es Christa —señaló a la susodicha con la cabeza.

Por un segundo, le pareció que el rostro de la pecosa adquirió un tinte distinto, como si estuviese recordando algo. No obstante, a ella se limitó a observarla de una forma que interpretó como cautelosa. Eso no fue algo nuevo.

Tras unos minutos, llegaron a su destino y depositaron a Sasha en una cama vacía. Su cabello le obstruyó la vista cuando se agachó, se lo echó para atrás de un suave manotazo. Consideró la idea de cortárselo ya que hacerse un recogido todos los días solo le quitaría tiempo. Se subió a su litera y se sentó en el borde, sujetándose el cabello con una cinta. A pesar de ello, por experiencia podía decir que luego se arrepentiría si se lo cortaba ella misma.

Después de una pequeña ayudita de Christa, cortó toda su extensión hasta dejarlo por debajo de los hombros. Al quedarse quieta viéndose en el espejo del baño, la rubia —subida a un banquito, claro— se encargó de emparejarlo mientras tanto.

Qué lastima. Ya no lo podría trenzar como le gustaba, pero al menos no terminaría sin cabeza.

·• Día siguiente •·

Una gran manera de comenzar un nuevo día, era no cayéndose de la cama como (Nombre) en cuanto sonaran las campanadas y llegasen a azotar la puerta de los dormitorios.

En ese momento ya se hallaba en el comedor, reviviendo el suceso de cómo se giró sin estar consciente de que lo hizo hacia el lado equivocado. <<Al menos el golpe me despertó por completo.>> Se dijo a sí misma acomodándose el cuello de la chaqueta, preparando su denominada cara de culo y desayunando, todo en el mismo lapso. Por otra parte, agradecía también no ser la única que pasó pena cuando su cuerpo saludó al piso, la frente de otra chica topó contra la base de las camas de arriba por levantarse de una manera tan abrupta.

Una vez que finalizó la hora correspondiente para el desayuno, salió al campo de entrenamiento siendo seguida por Christa y Ymir —ésta última le iba soltando un pequeño comentario burlón gracias a la caída que tuvo— y el resto de sus compañeros. Bien, en un principio se estuvo haciendo a la idea de que estaría sola por el resto del ciclo, pero la compañía no le estaba desagradando. Entonces frenó sus piernas y quedó impresionada por lo que estaba ante sus ojos.

Frente a los cadetes se alzaban enormes barras de madera y metal que estaban unidas al suelo, en cada una se dejaba apreciar un mecanismo de cableado cuya función era mantenerlos suspendidos en el aire. De tal modo, podría demostrarse quiénes poseían talento natural para utilizar el equipo de maniobras tridimensionales.

—¡Primero tendrán que llevar la prueba de aptitud! —gritó el instructor de la nada, sobresaltando a unos pocos—. ¡Los que fallan no son capaces de siquiera servir como carnada!

Mandó al primer grupo a realizar la prueba con (Nombre) incluida. En cuanto sintió sus pies despegarse del suelo trató de no ponerse rígida y rápidamente localizó su punto de equilibrio, evitando fijarse en el resto. Tenía muy en cuenta que si quería conseguir pasar la prueba, debía estar enfocada en lo que hacía y no en pretender verse genial. Apenas la bajaron y se volvió a mezclar con la multitud, Christa la felicitó con una enorme sonrisa.