E

671 73 17
                                    


—Ella va a odiarme—gimió Harry, de forma desalentadora. Mirando desde lejos al chico de Hufflepuff que se encontraba sentado en una banca de piedra, solo, disfrutando de la luz solar. Se veía tan despreocupado y contento, que Harry lamentó con anticipación el cómo iba a hacer que eso cambiara.

Draco, ajeno a todo, rió con suavidad ante el tono quejumbroso que se asomaba en la voz del menor.

—No lo hará.

—Sí, lo hará—chilló—. Y no podría culparla, básicamente voy a traicionarla para ayudar a un idiota.

—¿Idiota?

—¡Sí! Él es muy irritante, ¿lo sabías?

—También me han dicho que es muy egocéntrico, sí.

Harry recordó la conversación cuando él mismo se lo dijo y bufó divertido, tratando de ocultar la risa con ese gesto.

—No sé cómo me convenciste de hacer esto.

—Yo te lo diré—Draco sonrió, con aires de superioridad—; no te dí elección. Pero, vamos. Incluso si lo hubiera hecho, habrías aceptado. Sé que soy irresistible.

Entonces Harry resopló una vez más.

—Claro, sobre todo—ironizó, intentando molestar a Malfoy. Pero la sonrisa del rubio no hizo más que crecer y crecer—. Ni siquiera sé porqué las chicas hacen tanto alboroto por tí.

—Ah, entonces todo esto es cuestión de celos.

El color rojo se encendió en el rostro del morocho.

—¿Q-Qué? Ni en mis peores pesadillas.

—Ya, sí—el rubio rió de una forma desagradablemente encantadora, arqueando una de sus cejas— Incluso si estás tan al pendiente de cómo las chicas me hacen alboroto, te creo.

—Cállate, sólo lo sé porque Hermione y Ginny dijer-

—Oh, así que Granger y Weasley forman parte de las chicas que hacen un alboroto por mí. Sí, sí. Ya veo el problema—asintió efusivamente, como dándose la razón a sí mismo— No te preocupes, Potter. Hay suficiente de mí para todos, debes aprender a compartir con tus pequeños amigos.

—Santo cielo, cierra la boca: yo sólo digo que no entiendo la razón por la que le gustas tanto a las chicas del colegio.

Harry puso los ojos en blanco, ya un poco hastiado. Y Draco, que se había sentido especialmente divertido por el rumbo que la conversación había tomado, se acercó al rostro de su compañero. Listo para susurrarle en su oído.

—Bueno, lo harás.

Un escalofrío que Harry jamás aceptaría haber experimentado lo recorrió completo. Contuvo el aire celosamente en sus pulmones y empujó fuera de su espacio personal el cuerpo del chico más alto.

—Eres desagradable.

—Oh, no digas eso—dijo sarcásticamente, haciendo que Harry lo mirara con una ceja alzada—Hasta pareciera que me odias.

—¿En algún momento te he hecho creer lo contrario?

—Okay—se rió el rubio—, así que sigues siendo la primera persona que no le agrada verme a la cara.

—No, créeme. Es mucho más que eso—musitó—: También es tu voz, y tus manos, y tu cuerpo... Todo tú.

Draco rió mucho más fuerte, casi deleitado.

—Bien, basta antes de que dañes mi preciado ego. Y ve a hacer lo que ibas a hacer.

—Dios, realmente no quiero hacerlo...—volvió a gemir, por un momento se había olvidado de la razón por la que estaban ahí— Ella me odiará tanto.

Dostali jste se na konec publikovaných kapitol.

⏰ Poslední aktualizace: Aug 24, 2021 ⏰

Přidej si tento příběh do své knihovny, abys byl/a informován/a o nových kapitolách!

De filtros de amor y otros secretos, DRARRY.Kde žijí příběhy. Začni objevovat