Cual es su secreto?

3.1K 238 258
                                    



-al parecer no sabes por qué nunca deja su cuello y cabeza al descubierto

Entonces la pelirroja fue la que lo dijo: -Mista odia que le toquen el cuello.

Giorno abrió los ojos como platos. Qué? Por qué él odiaría algo así?

-pero lo odia, por que no le gusta que la gente vea su reacción. Siempre me pregunté por qué ocultaba un cabello tan bonito, debajo de un gorro.

-su... reacción?- preguntó Giorno aún más confundido.

-chico, eres cortito.-intervino de nuevo la morena- a Mista le pone que la gente le toque ahí. Es algo común entre algunas personas, pero al parecer a mista le gusta bastante. Por eso, cuando sus amigos empezaron a joderle con eso, empezó a llevar ese tipo de prendas.

-no lo sabía...- el rubio no sabía cómo reaccionar. Tampoco es que fuera gran cosa, pero a él le había parecido algo muy adorable. Nunca esperaría que Mista ocultara algo así.

Cuando se despidieron, caminó de vuelta a la mesa en donde estaban sentados Buccharati y el resto. Eso si, sin despegar la mirada de Guido, el cual se estaba levantando y alejando.

-oye Trish, -dijo mientras se sentaba en su asiento de nuevo- a dónde va Mista?

-ah, va a cantar una canción.

Giorno había oído cantar a Mista varias veces, pero tampoco es que cantara muy bien, a no ser que lo hiciera aposta.
Mista estuvo eligiendo a ver cual canción podía cantar. Cuando lo supo, la seleccionó y cogió el micrófono.
La canción empezó a sonar. Unas guitarras y unas voces secundarias que repetían la palabra 'jojo' dieron comienzo a todo. Era la intro de una serie de anime la cual estaba bastante bien.
Sería divertido escucharle cantar "sono chi no sadame", pensó mientras sonreía.

De pronto, empezaron a salir los lyrics en la pantalla.

-Sora, Koboreochita futatsu no hoshi gaaaaa

Giorno abrió la boca sorprendido. Desde cuando Mista tenía una voz así? Era una voz aterciopelada, pero desgarrada a la vez. Una voz masculina, grave y hermosa, la cual al rubio le estaba poniendo los pelos de punta.
Desprendía sensualidad con cada movimiento de cadera involuntario, cada toma de aire y cada mirada que dedicaba a los oyentes.
Giorno no podía desprender sus ojos de su cuello y abdomen tan bien definido. Creía estar viendo a otra persona.

Al cabo de un rato, las gotas de sudor se hicieron presentes. El cantante hizo varios ademanes de quitarse el gorro, pues se notaba que tenía calor; claramente, Giorno estaba esperando que eso pasara. Nunca había visto el pelo de mista, pero ascuchar a aquellas chicas decir que era precioso, pues le dio curiosidad.

Finalmente, a mitad de la canción, se lo quitó, dejando ver un fino y brillante pelo corto marrón oscuro. Era casi negro, y desde la distancia incluso se podía ver lo suelto y cuidado que estaba. Algún mechón, empapado en sudor le caía por la frente, dejando a Giorno con la mente en blanco. El solo se podía concentrar en la nueva imagen que había obtenido de su amigo. Definitivamente ahora lo veía de otra forma.

De pronto, Mista lanzó su gorro hacia la dirección de su mesa. Narancia estaba a punto de cogerlo, pero el rubio estiró la mano con desesperación. No sabía por qué pero algo dentro suyo le decía que cogiera el puto gorro.

-gracias, Giorno- le dijo Narancia, agradecido de que le hubiera hecho el favor de cogerlo.

-Hmm- Giorno, por otra parte, sólo podía asentir. Estaba embobado.

Cuando acabó la canción, los aplausos se hicieron presentes y Giorno volvió a la realidad. Tenía la prenda que había sido lanzada ente sus manos, cerca de su cara, para poder olerlo. Definitivamente estaba enfermo, pensó.

Cuando Mista volvió a la mesa, hizo una reverencia y se sentó. Estiró la mano hacia el rubio, pidiendo su prenda. Para Giorno eso fue desgastar una oportunidad, pero bueno. Se lo devolvió y éste se lo acomodó de nuevo.
El resto de la noche, todas las miradas se las llevó el moreno. Todas las mujeres eran incapaces de apartar su vista de Guido; y algunos hombres también. En cambio, la única mirada que a Mista le importaba era la de cierto chico rubio llamado Giorno Giovanna, el cual le tenía cautivado por su belleza y su fuerte personalidad desde hace un tiempo.

A eso de la 1:30 de la mañana, el grupo de Buccharati se fue para casa, llevando a Abbacchio en brazos, pues estaba demasiado borracho.

Esa noche, Giorno pensó en muchas cosas; pero la principal fue mista. Mientras intentaba dormir, recordaba lo que le había gustado ver a Guido en el escenario. La verdad es que ese pelo le quedaba muy bien, ojalá se quitara el gorro más a menudo; el corte que llevaba era corto por los dos lados, dejando la parte de arriba un poco las larga, peinada hacia arriba. Además el color le quedaba genial con su tono de piel morena. No le sorprendió que todo el mundo le estuviera mirando en el restaurante, entre los cuales se incluía Giovanna.
Y con esos pensamientos terminó durmiéndose...

Secretos (giomis)Where stories live. Discover now