Intenso

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Gracias por leer <3

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Kirishima tomó varias siestas a lo largo del día debido a su estado de somnolencia. Cada vez que cerraba sus ojos daba inicio a otro sueño, en donde todos ellos el rubio cenizo era el protagonista. Solo con extraer los recuerdos de su memoria hacía agua su boca.

Bakugou bajo su cuerpo, jadeante y necesitado de sexo, llamándolo una y otra vez entre gemidos. Llenándolo de su semilla. Amándolo...

No sabía que estaba ocurriendo con él. Daba vueltas en la cama buscando el dulce olor a caramelo del omega, pero nada era tan intenso como para calmar el nudo de ansiedad en su pecho. Soltó un quejido y apretó con sus manos las sábanas, frustrado. Hundió su rostro en la almohada.

"¿Dónde estás, Katsuki?", se quejó. Lo necesitaba aquí y ahora. Y por sobre todo, estar dispuesto a tener sexo con él. O explotaría o moriría. O algo peor.

Escuchó a lo lejos la puerta de la entrada abrirse. Se incorporó con rapidez y salió de la cama casi de un salto. Solo vestía el pantalón del pijama, pero no sintió frío en absoluto. Por absurdo que suene, el calor en su cuerpo aumento considerablemente con la esperanza de encontrarse con el omega una vez saliera del cuarto.

Se paralizó al observar a Bakugou desde la puerta entreabierta de la habitación. Apenas hizo contacto visual las pupilas del pelirrojo se dilataron, su corazón se aceleró y un cosquilleo en su vientre marco presencia.

Y Dios, su aroma hizo temblar su cuerpo por completo.

Bakugou, ajeno a la presencia del pelirrojo, acomodó lo que había comprado en los estantes correspondientes. Había comprado la cena y algunos elementos que faltaban en la alacena. 

Sin previo aviso, unas manos ajenas lo apresaron por la cintura y su cuerpo fue empujado hacia la encimera de la cocina. Aire caliente y húmedo percibió en su nuca.

Era el pesado jadeo del alfa.

—¿Kirishima?

El pelirrojo se estremeció al escuchar su nombre. Se oía tan bien entre sus labios, pero aún con la emoción a flor de piel, quería escucharlo mucho más. Ahogó una pequeña sonrisa nerviosa en sus labios, para inmediatamente después lamer la marca de su enlace lentamente y a conciencia. Esto hizo que se escapara un quejido de la boca del mas bajo.

—Mi lindo omega—susurró con una voz áspera. El rubio estaba sorprendido. Nunca se refería a él de esa manera, pero no había un significado negativo en sus palabras. Intentó voltearse y encarar al pelirrojo, pero un gruñido y el aumento del agarre en su cintura se lo impidieron. Pequeños y delicados mordiscos eran repartidos por su cuello. Sus manos se deslizaron perezosamente el pequeño cuerpo hasta los botones de su camisa.

Los dedos de Bakugou detuvieron el avance. Una sonrisa maliciosa se asomó en su rostro.

—Estas muy equivocado si crees que te abriré las piernas así de fácil solo porque estás en celo.

Kirishima ahogó un quejido lastimero. Dejó los brazos a los costados, dándole el espacio suficiente al omega para voltearse ¿Es que acaso no quería...?. La mirada del alfa era intensa y penetrante, sus ojos entrecerrados y el ceño fruncido. Su boca estaba levemente abierta, dejando salir el húmedo aire entre sus labios.

Estaba desesperado. Quería tanto al omega ante él. Hacerlo chillar y gritar su nombre una y otra vez. Deseaba hundirse en su cálido interior y llenarlo de su semen propio, hasta que desbordara. Hacérselo hasta que ya no recordara nada más que al alfa y el placer que le dada. 

Be My Alpha!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora